Publicidad
Publicidad

Las razones geopolíticas detrás de la conversación entre Trump y Putin

El contacto entre Trump y Putin abre la puerta a posibles negociaciones para la paz en Ucrania, pero excluye a Kiev, lo que plantea riesgos para la legitimidad del proceso de paz.
vie 14 febrero 2025 05:02 PM
razones-geopoliticas-trump-putin-zelensky
El contacto entre Trump y Putin marca un punto de inflexión en las negociaciones para resolver el conflicto en Ucrania, abriendo interrogantes sobre la inclusión de Kiev y sus aliados europeos en el proceso. Mientras algunos ven una oportunidad para un acuerdo pacífico, otros temen que el diálogo a espaldas de Ucrania pueda comprometer la estabilidad regional y la soberanía ucraniana.

Donald Trump, presidente de Estados Unidos, asegura haber tenido una “larga y productiva llamada” con su homólogo ruso, Vladimir Putin, lo que podría abrir la puerta a negociaciones para terminar la guerra en Ucrania. ¿Qué hay detrás de este contacto y cuál es la situación actual en un conflicto que sigue redefiniendo el orden internacional?

La llamada, que duró más de 90 minutos, es el primer contacto directo de este tipo desde el inicio de la invasión a gran escala en 2022. La inesperada comunicación ha generado tanto esperanza como alarma en diferentes esferas diplomáticas, y sus repercusiones se analizan en un contexto en el que las estrategias y alianzas se reconfiguran a nivel global.

Publicidad

Negociaciones a espaldas de Ucrania

Según Reuters, “Trump y Putin abordaron el miércoles en una conversación telefónica cómo poner fin al conflicto” sin que Kiev tuviera una participación directa en el diálogo

La decisión del presidente Donald Trump de entablar negociaciones “inmediatas” con el presidente ruso Vladimir Putin ha generado alarma y desconcierto en Kiev y entre sus aliados. A tan solo casi tres años del inicio de la invasión rusa, la postura ambigua de Washington frente al conflicto se percibe como una amenaza que podría poner en riesgo la asistencia vital que Estados Unidos ha brindado a Ucrania.

Esta falta de participación de Kiev ha generado suspicacias sobre el futuro de Ucrania en las negociaciones y su papel en las decisiones que afectan su soberanía. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, expresó su preocupación por el hecho de que Trump haya optado por hablar primero con Putin, en lugar de con él, subrayando la importancia del apoyo estadounidense.

Intereses estratégicos en juego

Analistas como Ekaterina Schulmann, del Carnegie Russia Eurasia Center, adviertió a Bloomberg que “esto es solo el comienzo del juego”, sugiriendo que las conversaciones iniciales podrían encubrir maniobras más complejas a mediano plazo.

Desde la perspectiva rusa, la estrategia parece centrarse en aprovechar la disposición de Trump hacia Moscú. Según Tatiana Stanovaya, fundadora de la consultora R.Politik, "Putin cree que Trump debe ser seducido, que debe ser halagado de pies a cabeza". Esta táctica busca debilitar la posición de EU y desviar la atención de Kiev, permitiendo que las negociaciones sigan sin una participación directa de Ucrania.

Publicidad

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, aseguró que, “de una forma u otra, por supuesto, Ucrania participará en las negociaciones”, pero insinuó que podría haber una vía bilateral separada entre Estados Unidos y Rusia, dejando a Europa y a Kiev en un segundo plano. Según Peskov, “habrá una vía bilateral ruso-estadounidense de este diálogo, y una vía relacionada con la participación de Ucrania”.

Estas declaraciones no parecen tranquilizar a Kiev ni a los gobiernos europeos, que temen que Moscú y Washington puedan llegar a un acuerdo sin considerar sus intereses, lo que pondría en riesgo su seguridad. La alta representante de la UE para Asuntos Exteriores, Kaja Kallas, señaló: “Cualquier acuerdo sin nosotros fracasará, porque Europa y Ucrania también deben ser parte de la implementación del acuerdo. Cualquier solución rápida será un trato sucio”.

¿El deshielo de la relación Estados Unidos - Rusia?

Tras la invasión rusa a gran escala en febrero de 2022, el entonces presidente Joe Biden rompió prácticamente todo contacto con Moscú, calificando a Vladimir Putin de “matón puro”, “tirano brutal” y “dictador asesino”.

Desde entonces, las relaciones entre ambas potencias se mantuvieron en su punto más bajo.

Ahora, con Trump de regreso en la Casa Blanca, el escenario ha cambiado drásticamente. El republicano ha expresado en múltiples ocasiones su admiración por Putin.

A través de su red social, Truth Social, Trump calificó su reciente conversación con el líder ruso como “magnífica” y aseguró que existe “una buena posibilidad de poner fin a esa horrible y sangrienta guerra”.

Estas declaraciones no solo marcan un giro en la política exterior estadounidense, sino que también le dan a Putin la oportunidad de volver a posicionarse como un actor clave en las negociaciones de paz, con la ventaja de que ahora el interlocutor en Washington parece más dispuesto a hacer concesiones.

Publicidad

Trump ha sugerido que las pérdidas sufridas por el ejército ruso en el campo de batalla podrían justificar la permanencia de Moscú en los territorios ocupados. “Tomaron mucho territorio y lucharon por él”, afirmó, dando a entender que una retirada completa de Rusia ya no es una exigencia innegociable.

En cuanto a Ucrania, añadió: “una parte le será devuelta”, insinuando que el futuro del país dependería de un posible acuerdo territorial.

Este cambio en la posición de Washington no solo reconfigura la dinámica del conflicto, sino que también plantea preguntas sobre el futuro de la relación entre Estados Unidos y sus aliados europeos.

Además, las declaraciones del presidente estadounidense sobre la reincorporación de Rusia al G7 han avivado las preocupaciones en el ámbito diplomático. Trump ha insistido en que la exclusión de Moscú del foro —decisión tomada en 2014 tras la anexión de Crimea— fue un error, argumentando que su presencia es necesaria para la estabilidad global.

"Me encantaría que volvieran al G7. Creo que fue un error sacarlos. No se trata de gustar o no de Rusia, sino de que eran parte del G8."

John Bolton, exasesor de Seguridad Nacional y una de las voces más críticas de Trump en política exterior, alertó sobre los riesgos de esta aproximación:

"Trump ha cedido efectivamente a Putin en Ucrania antes de que comiencen las negociaciones."

El temor es que, al abrir conversaciones sin condiciones previas, Washington termine legitimando las acciones de Rusia y permitiéndole obtener ventajas estratégicas sin garantizar un acuerdo de paz justo para Ucrania. Si bien aún es temprano para determinar el impacto total de este acercamiento, el mensaje desde la Casa Blanca es claro: la era de confrontación con Moscú ha quedado atrás y una nueva fase de negociaciones —con sus respectivas incertidumbres— está en marcha.

Estados Unidos busca una paz "duradera" en Ucrania

Mientras continúan las especulaciones sobre un posible acuerdo entre Donald Trump y Vladimir Putin, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, se reunió el viernes en Múnich con el vicepresidente de Estados Unidos, J.D. Vance, en el marco de la Conferencia de Seguridad.

La reunión es clave para Kiev, que busca garantías de que Washington seguirá respaldando su lucha tras la sorpresiva apertura de Trump a negociar con Moscú.

"Queremos una paz duradera, no un acuerdo que deje a Europa del Este en conflicto dentro de unos años", aseguró Vance tras el encuentro. Zelenski, por su parte, calificó la reunión como "positiva" y reiteró en X (antes Twitter) que Ucrania está lista para avanzar "rápidamente" hacia una paz real y garantizada.

El vicepresidente estadounidense insistió en que Washington presionará a Moscú para poner fin a la guerra, pero también dejó claro que Europa deberá asumir un mayor papel en la defensa regional. Aunque evitó confirmar una retirada de tropas, Vance reafirmó la postura de Trump de que los aliados europeos deben aumentar su gasto militar.

El secretario de Defensa, Pete Hegseth, advirtió desde Varsovia que la presencia militar estadounidense en Europa "no puede darse por sentada". El ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, reconoció que sustituir el despliegue de EU no será inmediato, pero aseguró que ya hay una hoja de ruta en marcha.

En cuanto a las negociaciones con Rusia, Vance intentó tranquilizar a Kiev, señalando que EU tomará en serio la soberanía ucraniana. Sin embargo, altos funcionarios estadounidenses han insinuado que Ucrania podría verse obligada a ceder territorios ocupados, incluida Crimea, anexada en 2014.

Según Timothy Ash, profesor de estudios europeos en Oxford dijo para AFP que el mensaje de la Casa Blanca a Europa "es muy claro sobre Ucrania: es su problema. Nosotros los ayudaremos a cerrar un acuerdo con Rusia, pero recae en ustedes asegurar su cumplimiento".

Con información de AFP y Reuters.

Newsletter

Únete a nuestra comunidad. Te mandaremos una selección de nuestras historias.

Publicidad

Publicidad