La administración de Donald Trump anunció este miércoles el fin del peaje para los vehículos que entran a Manhattan, el primero de este tipo en Estados Unidos, destinado a reducir el tráfico y mejorar los transportes públicos, aunque las autoridades demócratas del estado de Nueva York aseguraron que "no darán marcha atrás".
"El plan de peaje del estado de Nueva York contra el tráfico es una bofetada a los estadounidenses de clase trabajadora y a los propietarios de pequeñas empresas", escribió el secretario de Transportes, Sean Duffy, en una carta dirigida a la gobernadora Kathy Hochul, que autorizó la introducción del impopular peaje, vigente desde el 5 de enero.