El análisis de Paul Taggart en The Unpolitics of Brexit sobre la salida de Reino Unido de la Unión Europea también refleja una visión similar, destacando cómo "el referéndum del brexit marcó un cambio decisivo en la política del Reino Unido", donde el populismo jugó un papel significativo.
El impacto económico ha sido notable, con un aumento en la inflación y una disminución en el poder adquisitivo de los ciudadanos británicos. Taggart explica que la decisión de abandonar la Unión Europea fue más compleja de lo que muchos esperaban y que el "brexit fue un fenómeno plural, con diferencias internas tanto en la postura 'leave' como en la 'remain'".
Esta polarización política se asemeja a lo que podría suceder en Estados Unidos si las promesas de Trump sobre la reindustrialización no se materializan y, en cambio, solo generan desconfianza y frustración.
Ramírez uresti también señala que el proteccionismo de Trump podría generar crecimiento económico interno a largo plazo, pero existe una gran incógnita: "¿Cuánto tiempo están dispuestos los estadounidenses a esperar para ver resultados?" . En el caso del Reino Unido, la paciencia fue limitada, ya que "la respuesta parece haber sido: no tanto como esperaban sus líderes".
Las consecuencias del brexit muestran que los costos a corto plazo pueden ser elevados, especialmente en términos de inflación y comercio, lo que podría traducirse en un gran descontento social si los efectos no se perciben de inmediato.
Por su parte, Taggart sostiene que las promesas de "soberanía económica" son fácilmente manipulables por discursos populistas, pero cuando se enfrentan a la realidad de los mercados globales, la implementación de estas políticas se vuelve mucho más complicada.
Esta es precisamente la situación que podría enfrentar Trump si sigue impulsando políticas proteccionistas en un segundo mandato.
Migración y mercado laboral
El brexit estuvo fuertemente impulsado por la narrativa antiinmigrante, un factor que también ha sido clave en la retórica de Donald Trump. "Hoy más que nunca, en Europa se criminaliza la migración y se cierran puertas ante presiones económicas y laborales. En Estados Unidos, la situación es aún más drástica: el trumpismo ha revivido una política proteccionista en movilidad humana que, aunque criticada en otros aspectos, tiene respaldo popular", señala Bade.
La paradoja del brexit es que, aunque se promovió como una estrategia para reducir la migración y generar más oportunidades laborales para los británicos, el país enfrenta actualmente una escasez de trabajadores en sectores clave como la construcción, la agricultura y la salud. Esta crisis laboral ha derivado en costos más elevados para las empresas y una desaceleración del crecimiento económico.
"No es coincidencia que los sectores más afectados por el brexit sean aquellos con alta dependencia de la migración. Estados Unidos podría enfrentar un escenario similar si no se considera el impacto real de estas políticas", explica la internaciolista.