El presidente ruso, Vladimir Putin, expresó su "preocupación" por la reanudación de los ataques israelíes y se dijo dispuesto a ayudar a "desescalar" la situación.
En Israel, el presidente Isaac Herzog calificó de "impensable" reanudar los combates mientras se intenta rescatar a los rehenes.
Miles de manifestantes salieron a las calles de Jerusalén en los últimos días, acusando al primer ministro Benjamin Netanyahu de poner en riesgo a los rehenes con su decisión de reanudar los ataques.
Actualmente, 58 de los 251 rehenes capturados por Hamás en el ataque del 7 de octubre de 2023 siguen cautivos en Gaza. El ejército israelí ha confirmado la muerte de al menos 34 de ellos.
El plan de desplazamiento de Trump
En medio del recrudecimiento del conflicto, Israel ha recibido respaldo de Estados Unidos, donde la administración de Donald Trump ha apoyado plenamente la ofensiva israelí.
El ministro Katz aseguró que Israel utilizará "todos los medios de presión, tanto militares como civiles", lo que incluye la evacuación de la población de Gaza hacia el sur y la posible implementación del plan de desplazamiento voluntario promovido por Trump.
El presidente estadounidense sugirió en febrero trasladar a los 2.4 millones de gazatíes a Jordania y Egipto, argumentando que la Franja de Gaza podría convertirse en un destino turístico de lujo, "una Riviera de Medio Oriente". La propuesta fue rechazada por los gobiernos de la región y por organismos de derechos humanos, que la calificaron de inviable y contraria al derecho internacional.
Consultada sobre si Trump busca restablecer un alto el fuego en Gaza, la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, declaró el jueves que el presidente "apoya completamente" la reanudación de las operaciones militares de Israel.
El futuro de Gaza en la incertidumbre
A medida que la guerra avanza, la posibilidad de una anexión parcial de Gaza plantea interrogantes sobre el futuro del enclave palestino y las perspectivas de una solución política al conflicto.
Los ataques de Israel han destruido vastas áreas del territorio, obligando a más de 1.7 millones de personas a desplazarse dentro de Gaza, según cifras de Naciones Unidas. Organizaciones humanitarias advierten que la falta de acceso a agua, alimentos y atención médica ha dejado a la población en condiciones desesperadas.
Mientras tanto, la presión internacional crece para que Israel y Hamás reanuden las negociaciones sobre un alto el fuego que permita la liberación de los rehenes y la llegada de ayuda humanitaria. Sin embargo, con la escalada de violencia y las amenazas de anexión, el fin del conflicto parece aún lejano.