Domenico Papisca Marra, un católico de 69 años de Calabria, en el sur de Italia, afirmó que vino en cuanto supo que Francisco iba a aparecer en público. "Estoy muy contento de haberlo visto (...) Quiero mucho al papa Francisco".
El alta del pontífice, cuyo estado mejoró paulatinamente en las últimas semanas, se esperaba con impaciencia ante el aumento de los interrogantes sobre su capacidad para reanudar sus actividades.
Su equipo médico anunció el sábado su alta del hospital Gemelli de Roma, pero detalló que deberá cumplir "una larga convalecencia" de "al menos dos meses".
"El hospital, aunque parezca extraño, es el peor lugar para una convalecencia: es el lugar donde se contraen más infecciones", explicó el doctor Sergio Alfieri en una rueda de prensa.
"Durante el periodo de convalecencia no podrá mantener sus citas diarias habituales", agregó el médico.
Es probable que esta limitación sea complicada para el jesuita argentino, que se impuso hasta ahora un ritmo frenético de trabajo, encadenando reuniones y celebraciones religiosas sin dejar de viajar.
Dos momentos "muy críticos”
Jorge Bergoglio permaneció varias semanas con asistencia respiratoria. Para recuperar el uso de la voz, deberá seguir sus sesiones de rehabilitación.
"Cuando se sufre una neumonía bilateral, los pulmones se han dañado y los músculos respiratorios también han tenido problemas", explicó Alfieri. "La voz tardará en volver a ser la misma", subrayó.