El proceso judicial contra Mangione, quien el 6 de mayo cumplirá 27 años, ha captado la atención del país por el perfil de la víctima y las implicaciones políticas del crimen. Según las autoridades, Mangione asesinó por la espalda a Brian Thompson, presidente de UnitedHealthcare, el 4 de diciembre en una calle de Nueva York, momentos antes de que Thompson participara en una conferencia de inversores.
De acuerdo con AFP, el acusado ya se declaró inocente de los once cargos que enfrenta en el Tribunal Penal de Manhattan, entre ellos uno por asesinato considerado un acto “terrorista”. Además del proceso federal, Mangione está acusado por tribunales en tres jurisdicciones: Nueva York, Pensilvania y el ámbito federal.
Crimen ideológico y frases en las balas
La secretaria de Justicia de Estados Unidos, Pamela Bondi, anunció a principios de abril que buscará la pena de muerte contra Mangione, tras calificar el asesinato como un acto “premeditado y a sangre fría” y “de violencia política”. Según Bondi, el acusado actuó con el propósito de provocar una reacción política y social en contra del sistema privado de salud.
“El gobierno de Donald Trump dejó sin efecto la moratoria sobre ejecuciones federales que declaró su predecesor Joe Biden”, recordó la funcionaria. La administración actual retoma el uso de la pena capital en delitos federales, lo que posible que el caso de Mangione concluya con una condena a muerte.
El crimen y la huida de cinco días del presunto asesino mantuvieron en vilo a la opinión pública. Fue capturado en un restaurante McDonald’s en Altoona, una pequeña localidad del estado de Pensilvania. El caso ha generado reacciones encontradas, sobre todo por la naturaleza simbólica del acto.
¿Venganza, justicia o protesta?
El asesinato de Thompson, considerado por fiscales como un acto deliberado con intención simbólica, ha revivido las tensiones sobre el sistema de salud privado en Estados Unidos. Casquillos de bala encontrados en la escena contenían palabras como “negar”, “retrasar” y “deponer”, en aparente alusión a las prácticas de aseguradoras médicas para rechazar tratamientos.
Aunque funcionarios del gobierno condenaron el asesinato, en redes sociales surgieron expresiones de apoyo hacia Mangione. Algunos usuarios lo describieron como una figura que llamó la atención sobre los altos costos del sistema de salud estadounidense y el poder que tienen las aseguradoras para negar tratamientos.
La reacción pública revela el nivel de frustración con el sistema de salud privado en Estados Unidos, donde muchas personas enfrentan dificultades para pagar consultas, cirugías o medicamentos, incluso con cobertura médica.