Paralelamente a este acuerdo se llevan a cabo múltiples negociaciones diplomáticas en busca de una salida a la contienda bélica.
Al anunciar la firma del acuerdo en Washington, el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, afirmó que demuestra "el compromiso de ambas partes con la paz y la prosperidad" en Ucrania.
"Libre, soberana, próspera"
"Este acuerdo transmite claramente a Rusia el compromiso de la administración Trump con un proceso de paz centrado en una Ucrania libre, soberana y próspera a largo plazo", declaró Bessent.
"Y, para ser claros, ningún Estado ni persona que haya financiado o aprovisionado la maquinaria bélica rusa podrá beneficiarse de la reconstrucción de Ucrania", prosiguió.
El comunicado del Tesoro mencionó la "invasión a gran escala" de Ucrania por parte de Rusia, una fórmula que dista mucho de la terminología habitual de la administración Trump, la cual suele hablar de un "conflicto" del que echa parte de la culpa a Kiev.
El primer ministro ucraniano, Denis Shmigal, declaró en la televisión nacional que el acuerdo es "bueno, equitativo y beneficioso".
En un mensaje en la plataforma Telegram, Shmigal afirmó que ambos países establecerían un Fondo de Inversión para la Reconstrucción, en el que cada parte tendría el 50% del derecho a voto.
"Ucrania conserva el control total sobre su subsuelo, infraestructura y recursos naturales", declaró.
Afirmó que no se le pedirá a Ucrania que pague ninguna "deuda" por los miles de millones de dólares en armas y otros apoyos estadounidenses desde la invasión rusa en febrero de 2022.
"Las ganancias del fondo se reinvertirán exclusivamente en Ucrania", sostuvo.
Tras la firma del acuerdo, ataques nocturnos rusos con drones mataron al menos a dos personas e hirieron a otras cinco en Odesa, informó su gobernador, Olek Kiper, en Telegram.
También se escucharon explosiones en la ciudad de Sumi y se activaron las sirenas de alerta aérea en varios sitios como Kiev, Járkov, Chernígov, Sumi, Donetsk, Dnipró y Zaporiyia.