En la pequeña localidad de Eten, ubicada sobre la costa norte de Perú, los habitantes se preparan para lo que consideran una nueva etapa en su larga tradición de fe. Allí, cada año, cientos de personas acuden a conmemorar el milagro del divino niño Jesús, un fenómeno sagrado que, hasta ahora, no tiene reconocimiento oficial por parte del Vaticano.
Devotos en Perú esperan que León XIV reconozca milagro eucarístico

La reciente elección del papa León XIV , nacido en Estados Unidos pero con nacionalidad peruana, encendio la esperanza entre los devotos. En esta ciudad de alrededor de 14,000 habitantes, se repite una misma ilusión: que el nuevo pontífice reconozca el milagro y promueva la construcción de un santuario a su altura.
Robert Prevost —ahora papa León XIV— vivió más de 20 años en Perú, donde se desempeñó como obispo de la diócesis de Chiclayo entre 2015 y 2023.
Chiclayo se encuentra a solo 15 kilómetros de Eten, por lo que quienes viven en esta zona aseguran que el pontífice "tiene bastante conocimiento de eso" y pronto podrá "reconocernos como ciudad eucarística", dijo emocionado Catalino Puican, comerciante local de artesanías de 93 años, en declaraciones recogidas por AFP.
En su casa de una sola planta, adaptada al clima cálido, un muro funciona como altar. La imagen se repite en muchas viviendas de Eten: figuras de la virgen María, veladoras, rosarios y retratos de seres queridos dan testimonio del fervor católico que define a la comunidad.
Un milagro con casi 400 años de historia
La tradición del divino niño Jesús en Eten se remonta al siglo XVII. El 2 de junio de 1649, decenas de fieles habrían presenciado la aparición del rostro luminoso del niño Jesús sobre la hostia consagrada durante una ceremonia religiosa. Una segunda aparición se habría producido el 22 de julio del mismo año. Ambos episodios consolidaron una devoción local que persiste con fuerza hasta nuestros días.
Actualmente, los peregrinos llegan a un pequeño santuario erigido entre las ruinas de la antigua ciudad colonial, fundada por los españoles en el siglo XVI. El lugar se encuentra a unos cientos de metros de una playa donde el viento forma dunas en constante movimiento.
“Es muy importante la fe católica aquí, la vida es difícil, falta trabajo”, explicó Mari Puican, hija de Catalino. A sus 65 años, ella cree que un reconocimiento oficial del milagro "sería importante para atraer más fieles católicos".
La posibilidad de esa validación cobró fuerza gracias a la historia del nuevo papa. Cuando era obispo, León XIV impulsó el proceso para reconocer el fenómeno como un milagro eucarístico. En 2019, inició los trámites correspondientes, y en 2022 declaró que "el milagro eucarístico es un regalo a todo el Perú. Construir este nuevo santuario es tarea de todos. Es un sueño que queremos realizar".
“Un sueño que queremos realizar”
Eduardo Zarpan, guía de 26 años, relató que “todas las semanas llegan personas con testimonios sobre algún milagro”. Entre los casos que menciona hay relatos de parejas que lograron concebir hijos tras años de intentos, así como personas que aseguran haber sanado de enfermedades graves.
La directora del departamento de Teología de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), Veronique Lecaros, explicó a la AFP que se trata de un “proceso largo”, ya que requiere “una investigación sobre la manera en la que el milagro se produjo”. Sin embargo, destacó el impacto que tendría en la comunidad: “Traería un gran orgullo para las personas, el reconocimiento de su fe, e igualmente turismo y dinero”.
En la iglesia de Santa María Magdalena, Blanca Chancafe, profesora jubilada de 72 años, reza ante la imagen del divino niño Jesús. La figura aparece coronada por un sombrero tradicional y rodeada de rayos que recuerdan al sol, símbolo central de la antigua civilización mochica que habitó la región costera norte del país. Con fe intacta, Chancafe expresó que León XIV “va a aportar mucho” al reconocimiento oficial del milagro. “Esperamos mucho de él”.
Para Catalino Puican, no hay dudas de que el nuevo papa visitará Eten. Vestido con camisa rosa pálido y pantalón marrón, repitió su deseo con una mezcla de certeza y esperanza: “No va a tardar en venir (...) ojalá que Dios me permita conocerlo como papa”.
Con información de AFP.