Mujica, conocido por su estilo de vida austero y su compromiso con la justicia social, fue una figura emblemática de la izquierda latinoamericana. Durante su mandato presidencial, de 2010 a 2015, promovió reformas progresistas como la legalización del matrimonio igualitario, la regulación del mercado de la marihuana y la despenalización del aborto.
"La política cobra sentido cuando se vive así, desde el corazón"
La muerte de Mujica generó una ola de reacciones en América Latina y el mundo. El presidente de Colombia, Gustavo Petro, lo describió como "el gran revolucionario" y expresó: "Adiós, amigo. Ojalá América Latina, algún día, tenga himno, ojalá América del Sur se llame, algún día: Amazonía".
Desde Chile, el presidente Gabriel Boric escribió: "Pepe querido, te imagino partiendo preocupado por la ensalada amarga que hay hoy en el mundo. Pero si algo nos dejaste fue la esperanza incombustible de que es posible hacer las cosas mejor". Recordó también el olivo que plantaron juntos en febrero en la chacra de Mujica, asegurando que "florecerá".
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, lamentó profundamente la muerte de Mujica, a quien calificó como "ejemplo para América Latina y el mundo entero por la sabiduría, pensamiento y sencillez que lo caracterizaron".
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, destacó: "La política cobra sentido cuando se vive así, desde el corazón".
Desde Bolivia, el presidente Luis Arce afirmó: "Su vida fue un testimonio de rebeldía y amor por su pueblo. Su legado perdurará en nuestros corazones, en la historia de Uruguay y de la Patria Grande". El expresidente Evo Morales expresó: "Nos duele profundamente la partida de mi hermano Pepe Mujica. Recuerdo siempre sus consejos llenos de experiencia y sabiduría. Él fue un ferviente creyente en la integración y en la Patria Grande".
El presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, manifestó: "Adiós, querido Pepe. Ejemplo de humildad y de grandeza. De liderazgo entendido como servicio siempre a quienes más lo necesitan".