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Acabar con la ciudadanía por nacimiento tendrá un efecto no deseado para Trump

El fin de este derecho, contrario a lo que busca el republicano, provocará un aumento en el número de inmigrantes ilegales en Estados Unidos, de acuerdo con un estudio del MPI y Penn State.
jue 15 mayo 2025 05:55 AM
Barbara, una solicitante de asilo embarazada de 35 años de Cuba, posa para un retrato en Louisville, Kentucky, EE. UU., el 9 de mayo de 2025.
“El fin de la ciudadanía por derecho de nacimiento para muchos niños crearía una subclase multigeneracional autoperpetuada", indica el análisis.

Donald Trump, firmó una orden ejecutiva para poner fin al derecho a la ciudadanía por nacimiento en el primer día de su segundo mandato, el 20 de enero. Sin embargo, cortes de distrito la bloquearon y su aplicación se suspendió en todo el país.

La ciudadanía por derecho de nacimiento está consagrada en la 14ª Enmienda de la Constitución de Estados Unidos, que lleva en vigor más de 150 años y determina que cualquier persona nacida en territorio estadounidense es ciudadana.

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Sin embargo, la idea de Trump puede tener un efecto contrario al que busca, que es reducir el número de inmigrantes indocumentados que viven en Estados Unidos, indica un estudio del Instituto de Políticas Migratorias (MPI) y Penn State University.

“Las proyecciones muestran que poner fin a la ciudadanía por derecho de nacimiento para los niños nacidos en Estados Unidos con padres que no están autorizados o son inmigrantes temporales (o una combinación de ambos) aumentaría la población no autorizada en 2.7 millones adicionales para 2045 y en 5.4 millones para 2075”, indican las dos instituciones.

Un decreto en la mira de Corte Suprema

El decreto de Trump se basa en la idea de que cualquier persona que se encuentre en Estados Unidos ilegalmente, o con una visa, no está "sujeta a la jurisdicción" del país y, por lo tanto, queda excluida de esta categoría.

Su orden prohíbe al gobierno federal emitir pasaportes, certificados de ciudadanía u otros documentos a niños cuya madre se encuentra en Estados Unidos de forma ilegal o temporal y cuyo padre no es estadounidense o residente permanente, es decir titular de la famosa tarjeta verde ("green card”).

También se ven afectados los niños cuyos padres residen temporalmente en Estados Unidos con una visa de estudiante, trabajo o turista.

Sus detractores argumentan que la enmienda, ratificada en 1868, lleva más de un siglo vigente.

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El 13 de marzo, la administración Trump pidió a la Corte Suprema que interviniera en la batalla legal y suspendiera las decisiones de tribunales inferiores. El máximo tribunal estadounidense dio tres semanas a las partes adversas para responder al recurso.

La Corte Suprema escuchará este jueves argumentos en tres casos que impugnan un decreto del presidente Donald Trump que pretende limitar quién tiene derecho a la “ciudadanía por nacimiento”.

"Creo que el caso ha sido muy malinterpretado" porque "trata sobre la esclavitud", declaró Trump en el Despacho Oval.

Parece referirse a que la 14ª Enmienda se aprobó tras la Guerra Civil y la abolición de la esclavitud, para garantizar los derechos de los esclavos libres y sus descendientes.

Ahora "la gente entra en nuestro país y de repente se convierten en ciudadanos, y pagan mucho dinero a diferentes cárteles" del narcotráfico para conseguirlo, protestó Trump, que confía en "ganar" el caso.

“Dado que la Corte Suprema programó la audiencia con una velocidad inusual y durante un período en el que no suele escuchar casos, la fecha del argumento oral habla de la gravedad de las cuestiones de poderes constitucionales y presidenciales en juego”, indican los autores del análisis.

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¿Cuántos niños serán afectados?

Si los planes de Trump superan los obstáculos legales, el decreto no revocaría la ciudadanía de los niños que nacieron en el país antes de su entrada en vigor. Sin embargo, su implementación afectaría a miles de familias inmigrantes si tuvieran hijos.

La tendencia en los nacimientos de bebés de madres extranjeras se ha mantenido constante en la última década, salvo una ligera disminución entre 2020 y 2021, los años de la pandemia del covid-19, de acuerdo con datos del Centro Nacional de Estadísticas de Salud compilados por la Fundación Annie E. Casey, una organización filantrópica.

Entre 2013 y 2024, un promedio de 860,000 bebés nacieron cada año de madres nacidas en el extranjero, según el Centro Nacional de Estadísticas de Salud (NCHS, por sus siglas en inglés).

En 2023, Estados Unidos tenía alrededor de 22.9 millones de inmigrantes que no eran ciudadanos naturalizados, incluidos residentes con tarjeta verde, personas con visas temporales de trabajo o estudio y migrantes indocumentados, indica la Oficina del Censo.

Ese mismo año, el 86% de los niños menores de 18 años en familias inmigrantes nacieron en territorio estadounidense, señala el MPI. El número de estos niños se duplicó en las últimas tres décadas.

Una medida contraproducente

De acuerdo con el análisis del MPI y Penn State, la tendencia continuará, pues cada año durante los siguientes 50 años, un promedio de alrededor de 255,000 niños nacidos en suelo estadounidense comenzarían la vida sin la ciudadanía estadounidense de acuerdo con el estatus legal de sus padres.

Esto significará un aumento significativo de la población inmigrante no autorizada en Estados Unidos, que el MPI calcula que era de 13.7 millones a mediados de 2023.

Si la medida de Trump logra avanzar, la población inmigrante no autorizada sería un 40% mayor en 2075 de lo que sería bajo la interpretación actual de la ciudadanía por derecho de nacimiento, indica el análisis.

El resultado sería que la población "no autorizada” —comprendida por inmigrantes no autorizados, así como los estadounidenses nacidos con padres sin derecho de nacimiento— sería 2.7 millones más alta en 2045 y 5.4 millones más alta en 2075 que si la ciudadanía por derecho de nacimiento se dejara sin cambios.

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