"Estamos al tanto e investigando completamente un ataque terrorista dirigido en Boulder, Colorado", escribió el funcionario en la red social X.
"Nuestros agentes y las fuerzas del orden locales ya están en el lugar, y compartiremos actualizaciones a medida que haya más información disponible", añadió.
Si bien el director del FBI, Kash Patel, describió el incidente como un "ataque terrorista selectivo", Redfearn subrayó que era demasiado pronto para especular sobre un motivo.
"En este momento no estamos hablando de un ataque terrorista", dijo Redfearn. "Era una hermosa tarde de domingo en el centro de Boulder, en Pearl Street, y este acto es inaceptable", dijo. "Les pido que se unan a mí para pensar en las víctimas, en las familias de esas víctimas y en todos los implicados en esta tragedia", agregó.
"Nos entristece y nos rompe el corazón saber que se ha lanzado un artefacto incendiario contra los participantes en la marcha 'Corre por sus vidas', en Pearl Street, mientras se sensibilizaba a la población por los rehenes que siguen retenidos en Gaza", dijo la Comunidad Judía de Boulder en un comunicado.
Redfearn dijo que aún no estaba en condiciones de identificar al sospechoso, pero señaló que había sido trasladado al hospital.
Medios locales citaron testigos que describieron a un hombre lanzando algo que parecía un cóctel molotov casero contra una manifestación en Boulder, una localidad de poco más de 100,000 habitantes.
La Liga Antidifamación, un grupo activista judío, indicó en la misma plataforma que estaba "al tanto de informes de un ataque en el evento Run for Their Lives de Boulder de hoy".
Se trataba de una "reunión semanal de miembros de la comunidad judía para correr/caminar en apoyo de los rehenes" que fueron capturados durante el ataque sin precedentes del movimiento islamista Hamás a Israel el 7 de octubre de 2023, que desencadenó la guerra en Gaza.
Israel intensificó recientemente sus operaciones militares en la Franja con el objetivo declarado de tomar control de la totalidad del territorio palestino, acabar con Hamás y liberar a los últimos rehenes.
Más de 54,418 palestinos, en su mayoría civiles, han muerto en la ofensiva israelí de represalia, según datos del Ministerio de Salud de Gaza, que la ONU considera fiables.
El gobierno de Estados Unidos detuvo sin cargos a manifestantes contra la guerra y ha cortado la financiación a universidades estadounidenses de élite que han permitido tales expresiones.