La historia de Chile está entrelazada con la del cobre, cuya explotación es una de las claves de su crecimiento económicos en las últimas tres décadas.
El gobierno chileno se reunirá este martes con diversos actores de la vital industria del cobre en el país para conversar sobre el eventual impacto de los aranceles al metal anunciados por Estados Unidos, dijo el jueves 17 de julio la ministra de Minería, Aurora Williams.
La funcionaria reiteró en una conferencia de prensa que todavía el gobierno no ha recibido información oficial sobre el anuncio del presidente estadounidense Donald Trump, quien dijo que impondría una tasa del 50% a las importaciones del metal.
"Hemos planificado una reunión en el transcurso de la próxima semana, específicamente el día martes, hemos invitado a la diversidad de la industria minera, no solamente a los gremios mineros propiamente tal, sino que además a la cadena de valor para conversar respecto de estos temas", dijo a periodistas.
"No está precisado, debido a que no tenemos la información oficial, si lo señalado está referido a aranceles al cobre como materia prima como semiprocesados o procesados que incluyan cobre", recordó.
El cobre y Chile
El 11 de julio de 1971, el Congreso Nacional de Chile votó por unanimidad la reforma al Artículo 10 de la Constitución Política de 1925 que permitió la nacionalización de la minería del cobre.
“Concluía así, un modelo jurídico vigente por largos años, sobre la titularidad de la propiedad de las riquezas básicas y que en el caso del cobre, se había iniciado durante las primeras décadas del siglo XX, mediante el cual compañías norteamericanas como la Kennecott Copper Company, en El Teniente, (1907) y Anaconda Copper, en Chuquicamata (1914), habían explorado, descubierto y explotado los yacimientos cupríferos, gozando de manera casi exclusiva de los beneficios resultantes de la extracción del mineral rojo”, indica un documento del Archivo Nacional de Cine.
El proceso a la nacionalización fue largo. Los primeros pasos los dio el gobierno del presidente Eduardo Frei Montalva, y la firma definitiva la colocó el Presidente Salvador Allende.
Entre el 15 y 16 de julio de 1971, el entonces presidente Salvador Allende promulgó los decretos de estatización de las grandes mineras, fijó el procedimiento del traspaso, determinó las instancias públicas involucradas y estableció los derechos de los ex propietarios, para poder reclamar alguna indemnización al Estado chileno.