"Veintiún niños han muerto debido a la desnutrición y el hambre en diferentes zonas de la Franja de Gaza", declaró en una rueda de prensa Mohamed Abu Salmiya, director del hospital Al Shifa en Ciudad de Gaza.
"Estas muertes se registraron en los hospitales de Al Shifa, en la ciudad de Gaza, el hospital de los Mártires de Al Aqsa en Deir el Balah, y el hospital Naser en Jan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza, durante las últimas 72 horas", precisó.
Abu Salmiya dijo a la prensa que "a cada momento" están llegando más personas aquejadas de hambre y desnutrición a los hospitales de Gaza aún en funcionamiento.
"Nos encaminamos a un número alarmante de muertes, a causa del hambre infligida al pueblo de Gaza", aseveró.
Acelerar las negociaciones
El miércoles, Israel y Palestina intercambiaron culpas por la hambruna en la Franja de Gaza durante una reunión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
"¿Qué debemos decir a la población de Gaza que ‘muere’ de hambre?”, preguntó el miércoles el embajador palestino en el Consejo de Seguridad de la ONU.
"Nuestros hijos y los habitantes de Gaza nos dicen: 'Tengo hambre. No hay comida para mi familia. Nos estamos muriendo. Ayúdennos’."¿Qué debemos decirles? ¿Qué debe decirles el Consejo de Seguridad?", espetó.
Frente a Riyad Mansour, su homólogo israelí, Danny Danon acusó al movimiento islamista palestino Hamás de utilizar el "sufrimiento" de los palestinos para "alimentar su propaganda", y detalló las medidas contra los empleados de la Oficina de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCHA), a los que acusa de "parcialidad" contra Israel.
Las negociaciones de un alto al fuego se reanudaron hace unos días y se espera que el hambre que se cierne sobre el territorio palestino pueda acelerar el curso de estas.
"La presión humanitaria está subiendo mucho", observa Andreas Krieg. Hamás está sometido a "la desesperación creciente de la población, lo cual podría obligarle a aceptar un pacto temporal, que alivie el sufrimiento".
Pero aunque Hamás aceptara ceder en algunos puntos, Israel seguirá en posición de fuerza, y no habrá una tregua duradera mientras no lo quiera el gobierno de Netanyahu.
"A menos que Estados Unidos y Qatar (...) incrementen significativamente la presión sobre Israel, me temo que esta ronda de negociaciones fracasará como fracasaron las anteriores", opina Karim Bitar.