Los presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y de Rusia, Vladimir Putin, se reunirán este viernes en Alaska tras meses de tensiones, para intentar avanzar en un proceso de paz en Ucrania. Para el Kremlin, la elección de este territorio estadounidense no es casual.
“Rusia y Estados Unidos son vecinos cercanos que comparten fronteras y parece totalmente lógico que nuestra delegación simplemente cruce el estrecho de Bering y precisamente Alaska acoja una cumbre tan importante y esperada”, dijo el asesor presidencial en asuntos internacionales de Rusia, Yuri Ushakov.
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Trump también apreció que Putin aceptara ir a territorio estadounidense.
"Me pareció muy respetuoso que el presidente de Rusia viniera a nuestro país, en lugar de ir nosotros a su país, o incluso a un tercer país (...) creo que tendremos conversaciones constructivas", declaró.
Alaska estuvo bajo control ruso antes de ser vendida a Estados Unidos en el siglo XIX, por lo que la elección de este sitio no parece inocente o, al menos, resulta extraña para algunos observadores.
“El simbolismo de celebrar la cumbre Trump y Putin es horrendo, como si estuviera diseñado para demostrar que las fronteras pueden cambiar, la tierra puede comprarse y venderse”, escribió en X Sam Greene, académico del King’s College de Londres.
The symbolism of holding the Trump-Putin summit in Alaska is horrendous — as though designed to demonstrate that borders can change, land can be bought and sold. Never mind that mainstream Russian discourse maintains a claim that Alaska should be returned to Russia.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, quien no fue invitado a la cita, ha sido muy claro en que su país no cederá parte de su territorio a Rusia y criticó que Trump reciba a Putin en territorio estadounidense.
Zelenski considera que ser recibido en Alaska es una victoria personal para Trump. (FOTO: Omer Messinger/Getty Images)
"Primero, se reunirá en territorio estadounidense, lo cual considero su victoria personal", dijo a los medios, entre ellos la AFP, añadiendo que con este encuentro Putin saldrá de su "aislamiento" y que retrasará cualquier posible nueva sanción estadounidense.
El jefe de la diplomacia estadounidense, Marco Rubio, aseguró en una radio estadounidense, que, para Trump este encuentro con Putin "no es una concesión".
¿Dónde se celebrará la cumbre?
La cumbre se celebrará en una gran base militar cerca de Anchorage, la ciudad más grande de Alaska, confirmó este miércoles un funcionario de la Casa Blanca.
La base aérea Elmendorf-Richardson, una vasta instalación del ejército de tierra y de la fuerza aérea al norte de la ciudad, albergará la reunión sobre la guerra en Ucrania.
El presidente estadounidense y sus ministros suelen usar su larga pista de aterrizaje como parada de reabastecimiento de combustible durante sus viajes oficiales a Asia.
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Es una de las dos principales bases aéreas de Alaska, desde donde despegan regularmente aviones de combate para interceptar naves rusas que se acercan demasiado al espacio aéreo estadounidense en la región.
¿Cuál es la importancia geopolitica de Alaska?
Alaska es un estado con una importancia geoestratégico clave para Estados Unidos por su ubicación en el Ártico.
“El Ártico se encuentra en la confluencia de tres fenómenos: la geopolítica cambiante, el clima cambiante y las implicaciones de vasto alcance de la invasión rusa de Ucrania”, indicó en julio de 2023 Esther D. Brimmer, investigadora principal James H. Binger en gobernanza global del Consejo de Relaciones Exteriores (CFR), ante el Congreso estadounidense.
El calentamiento climático aumenta la importancia estrategica de Alaska. (FOTO: Joe Raedle/Getty Images)
El Ártico y el Pacífico Noroeste están emergiendo actualmente como dos de los principales teatros geopolíticos para la gran rivalidad de poder. En ambas aguas alrededor de Alaska, China y Rusia están consolidando rápidamente su asociación bilateral.
China ha ampliado constantemente su presencia en el Ártico en medio de las tensiones en las relaciones bilaterales con Estados Unidos.
Rusia ha invertido intensamente en la consolidación de la infraestructura militar a lo largo de la Ruta del Mar del Norte, que se extiende desde el Mar de Barents y el Mar de Kara hasta el Estrecho de Bering, desde principios de la década de 2010.
“Beijing, con su ambición de construir la ‘Ruta de la Seda Polar’, ve a la Ruta del Mar del Norte de Rusia como un punto de apoyo estratégico para respaldar las incursiones de China en el Ártico”, indica Shoichi Itoh en un artículo para en Centro de Estudios Estratégicos e Internaciones (CSIS).
Alaska además de su gran ubicación cuenta con una enorme riqueza en recursos naturales: 3,200 millones de barriles de reservas probadas de petróleo crudo y 100 billones de pies cúbicos de reservas probadas de gas natural. Además, tiene reservas de tierras raras que aún no han sido explotados.
Alaska tiene 3,200 millones de barriles de reservas probadas de petróleo crudo y 100 billones de pies cúbicos de reservas probadas de gas natural. (FOTO: Mario Tama/Getty Images)
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De colonia rusa a parte de Estados Unidos
Cuando el explorador danés Vitus Bering navegó por primera vez por el estrecho que separa Asia de América en 1728, lo hacía en una expedición para la Rusia zarista. El descubrimiento de lo que hoy se conoce como el estrecho de Bering reveló la existencia de Alaska al oeste.
El descubrimiento de lo que hoy se conoce como el estrecho de Bering reveló la existencia de Alaska al oeste.(FOTO: Three Lions/Getty Images)
Los pueblos indígenas llevaban viviendo allí miles de años.
La expedición de Bering dio inicio a un siglo de caza de focas por parte de Rusia en Alaska, con la primera colonia establecida en la isla Kodiak, al sur del país. En 1799, el zar Pablo I fundó la compañía ruso-estadounidense para organizar el comercio de pieles.
Sobreexplotadas, las poblaciones de focas y nutrias marinas colapsaron, y con ellas las economías de los colonos.
En 1799, el zar Pablo I fundó la compañía ruso-estadounidense para organizar el comercio de pieles. (FOTO: Hulton Archive/Getty Images)
En 1867, Moscú vendió el territorio a Washington por 7.2 millones de dólares, una compra criticada en aquel momento.
Alaska se convirtió en un estado estadounidense de pleno derecho en 1959.
La huella rusa en Alaska
La iglesia ortodoxa, establecida en Alaska desde la fundación de la Compañía ruso-estadounidense, sigue siendo uno de los principales legados rusos en el territorio.
Más de 35 iglesias históricas, algunas con las cúpulas típicas de la arquitectura ortodoxa, salpican la costa de Alaska, según una asociación que busca protegerlas. La diócesis ortodoxa del estado afirma ser la más antigua de Norteamérica e incluso cuenta con un seminario en la isla Kodiak.
Más de 35 iglesias históricas, algunas con las cúpulas típicas de la arquitectura ortodoxa, salpican la costa de Alaska, según una asociación que busca protegerlas. (FOTO: Kerry Tasker/REUTERS)
Un dialecto derivado del ruso y mezclado con lenguas indígenas locales sobrevivió durante décadas en diversas comunidades, especialmente cerca de la importante ciudad de Anchorage, hasta que prácticamente desapareció.
Pero cerca de los inmensos glaciares de la península de Kenai, aún se enseña ruso.
La pequeña escuela rural de una comunidad ortodoxa conocida como "Viejos Creyentes", nacida de un cisma del siglo XVII y establecida allí en la década de 1960, imparte clases de ruso a un centenar de estudiantes.
Vecinos incómodos
Los rusos "son nuestros vecinos de enfrente, incluso se puede ver Rusia desde una isla en Alaska", declaró Sarah Palin en 2008, entonces gobernadora del estado y candidata a la vicepresidencia junto al republicano John McCain.
De hecho, en el estrecho de Bering, dos islas se encuentran enfrentadas.
Diómedes Mayor, al oeste, es rusa, y Diómedes Menor, habitada por unas pocas decenas de personas, estadounidense. Las separan menos de 4 kilómetros.
Más al sur, dos rusos desembarcaron en octubre de 2022 en la isla San Lorenzo, a menos de 100 km de la costa rusa, para solicitar asilo en Estados Unidos y escapar de una movilización militar en apoyo a la guerra en Ucrania.
Durante años, el ejército estadounidense ha anunciado que intercepta aviones rusos que se acercan demasiado a su espacio aéreo en la región. Pero Rusia no está interesada en apoderarse de Alaska, donde "también hace frío", ironizó Vladimir Putin en 2014.