Trump "ha renunciado a su papel en la escena internacional, es realmente asombroso", sostuvo Newsom.
El objetivo, dijo Grisham, es "mostrar que cuando el gobierno federal se compromete, nosotros hacemos más, y cuando se desentiende, (también) hacemos más".
La costarricense Christiana Figueres, una de las arquitectas del Acuerdo de París, dijo el martes que la COP30 era mejor sin Trump.
"Es positivo. Deben de trabajar a través de los saudíes, como lo han hecho en otros contextos. Pero no están aquí en persona (...) y no podrán ejercer su intimidación directa. Sin duda, (lo harán de forma) indirecta", dijo.
Gobierno federal vs estados
Los estados estadounidenses pueden, si así lo desean, seguir avanzando en el Acuerdo de París, aunque no participen en las negociaciones, según Champa Patel, directora ejecutiva de la organización internacional Climate Group.
"Incluso si los gobiernos nacionales retroceden o socavan sus propios compromisos, los gobiernos subnacionales, ciudades, estados... están realmente a la vanguardia de la implementación", agregó.
"El presidente no puede accionar un interruptor y apagarlo todo", añadió Nate Hultman, exfuncionario de los presidencias estadounidenses de los demócratas Barack Obama y Joe Biden, que ahora trabaja como investigador en el Centro de Sostenibilidad Global de la Universidad de Maryland.
Un análisis reciente de este centro destacó que si los estados y ciudades líderes intensifican sus acciones —y si se elige un presidente favorable al clima en 2028— las emisiones de Estados Unidos podrían reducirse a mediados de los años 2050 respecto a 2005, acercándose al objetivo del 61-66% fijado por el gobierno de Biden.