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Enrique Ernesto Shaw, el “apóstol de los empresarios” que el Papa León XIV beatificó

El Vaticano informó de la próxima beatificación de nueve seminariastas, entre ellos Enrique Ernesto Shaw, un empresario defensor del trabajo obrero.
jue 18 diciembre 2025 01:14 PM
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Enrique Ernesto Shaw impulsó la creación de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE), y la conformación de la Acción Católica Argentina (ACA) y el Movimiento Familiar Cristiano (MFC). (Vatican News)

El Vaticano tendrá nuevos beatos para venerar en la Iglesia Católica, entre Enrique Ernesto Shaw, conocido como el “apóstol de los empresarios”, quien estuvo comprometido con diferentes obras eclesiales y la defensa del trabajo obrero.

Te contamos quién fue y por qué el Papa León XIV lo elevó a beato, una categoría elevada similar a los santos.

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¿Quién fue Enrique Ernesto Shaw, el empresario beatificado por el Vaticano?

Enrique Shaw fue un empresario que tuvo una participación relevante para la creación de instituciones cristianas en Argentina.

Nació en París el 26 de febrero de 1921, pero dos años después se estableció en Argentina. Desde muy pequeño tuvo acercamiento a la religión. Fue alumno del Colegio De La Salle y luego ingresó a la Escuela Naval Militar, donde realizó labores apostólicas. En 1943, se casó con Cecilia Bunge, con quien formó su familia de 9 hijos.

En 1945, pidió la baja en la Armada Argentina para emprender su vocación y misión católica. Quiso convertirse en obrero, pero el consejo de un sacerdote le abrió otra perspectiva y decidió llevar el Evangelio al empresariado. Entonces, se incorporó a la gestión de la compañía Cristalerías Rigolleau, de la cual llegó a ser gerente general en poco tiempo.

Durante su gestión, se preocupó por cada empleado como si se tratara de un hermano. Sus habilidades y la forma en que demostró una eficiencia en la empresa, aplicando los principios de la Doctrina Social de la Iglesia, hizo que varias empresas y bancos le pidieran formar parte de sus directorios.

“Que en la empresa haya una comunidad humana; que los trabajadores participen en la producción y, por lo tanto, darle al obrero el sentido de pertenencia a una empresa. Ser patrón no es un privilegio, es una función", dijo Shaw en una conferencia, citada por Vatican News.

Además, fue uno de los impulsores de la creación de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE), donde fue su primer presidente. Integró el Primer Consejo de Administración de la UCA, trabajó para conformar la Acción Católica Argentina (ACA) y el Movimiento Familiar Cristiano (MFC) y promovió la sanción de la Ley de Asignaciones Familiares.

En 1957 fue diagnosticado con cáncer de piel, y enfrentó la enfermedad sin desatender a su familia y los múltiples compromisos empresariales y eclesiales. En 1961, su salud se deterioró y falleció arropado por varios de los obreros con los que trabajó.

El proceso de beatificación y canonización no es reciente. Inició formalmente en 2001, por impulso del entonces Arzobispo de Buenos Aires, el cardenal Jorge Mario Bergoglio, quien se convirtió en el Papa Francisco.

En 2021, el papa autorizó la promulgación del decreto para reconocer sus virtudes heroicas como un “venerable empresario, laico fiel y padre de familia”. A finales de 2025, el papa León XIV aprobó su beatificación.

¿Cuál es la diferencia entre un beato y un santo?

De acuerdo con el sitio especializado en religión, Desde la Fe, la principal diferencia entre un beato y un santo es el nivel y las formas de veneración que adquiere el representante.

Un beato es una persona que falleció y la Iglesia Católica la declara como “bienaventurada”, acto previo a alcanzar la canonización. Para obtener este título, se requiere de la verificación de un milagro “atribuido a su intercesión”, a menos que sea un mártir, donde no es necesario.

Vatican News menciona que la intercesión de Enrique Shaw fue por la curación milagrosa de un niño de cinco años, golpeado en la nuca por la coz de un caballo en una granja de Buenos Aires.

Un santo, por otra parte, es reconocido por la institución oficialmente como un modelo de virtud cristiana que está en el cielo y se puede venerar públicamente por toda la iglesia. Para concretar la canonización se requiere de la confirmación de un segundo milagro atribuido a la intercesión del beato.

Los beatos pueden ser venerados públicamente, pero está limidado a ciertas regiones, diócesis o comunidades específicas. En cambio, a un santo se le honra de manera universal en la iglesia, y algunas capillas pueden llevar su nombre.

Según Desde la Fe, se le puede rezar para una intercesión, especialmente en los contextos y lugares donde su vida y obra tuvieron más influencia.

Los 11 mártires españoles

Además de la beatificación del empresario, el Papa León XIV promulgó a 11 mártires españoles asesinados entre 1936 y 1937 durante la guerra civil de España, en el territorio de las actuales diócesis de Madrid, Getafe y Alcalá de Henares:

  1. Ignacio Aláez Vaquero,
  2. Pablo Chomón Pardo,
  3. Julio Pardo Pernía,
  4. Antonio Moralejo Fernández-Shaw,
  5. Liberato Moralejo Juan
  6. Jesús Sánchez Fernández-Yáñez,
  7. Miguel Talavera Sevilla,
  8. Ángel Trapero Sánchez-Real,
  9. Cástor Zarco García
  10. Mariano Arrizabalaga Español, y
  11. Ramón Ruiz Pérez

Todos fueron asesinados por odio a la fe, no enlistarse en la guerra o ser “demasiados apacibles” durante el conflicto armado.

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