La FDA informó el 12 de julio que este biólogico también podría estar vinculado con el síndrome de Guillain-Barré, en el que el sistema inmune ataca los nervios.
Se detectaron 100 posibles casos del síndrome entre los 12.8 millones de personas que han recibido la vacuna de Janssen en Estados Unidos, es decir, que afectó al 0.0007 % del total.
Según la FDA, el 95% de los casos fueron serios y los pacientes tuvieron que ser hospitalizados. Uno de ellos falleció.
El síndrome de Guillain-Barré es un trastorno poco común del sistema inmunológico que causa inflamación de los nervios y puede provocar dolor, entumecimiento, debilidad muscular y dificultad para caminar.
La nueva advertencia sobre la vacuna señala que en la mayoría de las personas, los síntomas comenzaron dentro de los 42 días de ser inoculados, en tanto afirma que "la probabilidad de que esto ocurra es muy baja".
Agrega que las personas deben buscar atención médica inmediata en caso de experimentar debilidad u hormigueo, especialmente en las extremidades, que empeoran o se extiendan a otras partes del cuerpo.
Estos problemas podrían estar relacionados con la técnica de "vector viral". Esta se basa en tomar como soporte otro virus, que se modifica para que transporte en el organismo informaciones genéticas capaces de combatir el COVID-19.
Ambas utilizan un adenovirus, un tipo de virus muy corriente. El de J&J es un adenovirus humano. "Todo indica que se debe al vector adenovirus", explicó Twitter Mathieu Molimard, especialista francés en farmacología en abril.
Varios elementos apuntan a una reacción inmunológica desmesurada provocada por estas vacunas, una "explicación plausible", según la Agencia Europea de Medicamentos (EMA).
¿Cuál es su eficacia?
La vacuna es de vector viral y mostró 66.3 % de efectividad en los ensayos clínicos para prevenir la enfermedad de COVID-19. De acuerdo con los resultados, las personas alcanzaron la máxima protección posible dos semanas después de recibir la inyección.
La fórmula tuvo un alto nivel de eficacia para prevenir la hospitalización y muerte de personas que contrajeron la enfermedad. Ninguna de las que contrajo COVID-19, al menos 4 semanas después de recibir la vacuna de J&J/Janssen, tuvo que ser hospitalizada.
Los CDC de Estados Unidos detallan que la evidencia inicial sugiere que la vacuna de Janssen podría brindar protección contra la infección asintomática, la cual ocurre cuando una persona es infectada por el virus que causa el COVID-19, pero no se enferma.
El 1 de julio, Johnson & Johnson anunció que su vacuna contra el COVID-19 es efectiva contra la variante Delta, altamente contagiosa, con una respuesta inmune que dura al menos ocho meses.