La decisión llega después de que se detectaran 100 posibles casos del síndrome entre los 12.8 millones de personas que han recibido la vacuna de Janssen en Estados Unidos, es decir, que afectó al 0.0007 % del total.
Según la FDA, el 95% de los casos fueron serios y los pacientes tuvieron que ser hospitalizados. Uno de ellos falleció.
Por su parte, en un comunicado, Johnson & Johnson dijo que ha mantenido conversaciones con la FDA sobre ese efecto adverso y recordó que la posibilidad de desarrollar el síndrome de Guillain-Barré es muy baja, tal y como muestran los datos de las autoridades sanitarias.
"La probabilidad de que ello ocurra es muy baja y la tasa de casos reportados supera por un pequeño margen la tasa base (de incidencia sin ninguna intervención, ndlr) en la población general", indicó el comunicado.
No existen datos que muestren un patrón similar entre quienes recibieron la vacuna contra el COVID-19 de Moderna o Pfizer, que solo en Estados Unidos han administrado ya más de 321 millones de dosis.
Qué es el síndrome de Guillain-Barré
El síndrome de Guillain-Barré es un trastorno poco común del sistema inmunológico que causa inflamación de los nervios y puede provocar dolor, entumecimiento, debilidad muscular y dificultad para caminar.
Afecta a un estimado de 3,000 a 6,000 personas cada año en Estados Unidos y la mayoría se recupera.