México, entre rescates y una cifra creciente de muertos tras el sismo
Justo al norte de Juchitán, en la ciudad de Asunción Ixtaltepec, Oaxaca los vecinos se reunieron alrededor de la casa de Eduardo Peralta: un padre que, dicen ellos, murió protegiendo a su hijo en el terremoto de magnitud 8.2 que sacudió a México el pasado jueves.
El sobrino de Peralta relató a CNN en Español que encontró a Eduardo Peralta abrazando a su hijo, estaban dentro de su casa que se derrumbó. El padre murió, pero el menor sobrevivió y está siendo tratado en un hospital, según informaron miembros de la familia.
Lee: Miles de casas destruidas por sismo de 8.2 y más de 2 millones de afectados
Se ha confirmado que al menos 96 personas murieron a causa del sismo que sacudió el sur de México: el más intenso de los últimos 100 años en el país. De hecho, fue tan fuerte que se sintió en Ciudad de México y Ciudad de Guatemala. Según el presidente mexicano Enrique Peña Nieto, 50 millones de personas lo percibieron.
Muchos dormían cuando el terremoto empezó. El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés) registró múltiples réplicas, incluyendo por lo menos seis con temblores que superaron una magnitud de 5.
Lee también: México cancela su ayuda a Texas para atender a las víctimas del sismo
La mayoría de las muertes ocurrieron en el estado de Oaxaca, donde los hogares y edificios colapsaron.
Los esfuerzos de asistencia y rescate continuaron durante todo el fin de semana.
En la ciudad de Juchitán, los equipos de rescate utilizaron reflectores para iluminar un enorme montón de escombros.
Lee: ¿Cómo ayudar a las víctimas del sismo?
null“¿Alguien me puede oír?”, gritaban los rescastistas mientras buscaban sobrevivientes entre las estructuras colapsadas. Algunos perros los ayudaban en esta tarea.
En otras partes de Juchitán, los técnicos utilizaban maquinaria pesada para despejar las vías. Los soldados se unieron a las labores de asistencia y ayudaron a remover parte de los escombros con palas.
null
Chiapas y Oaxaca, donde viven cerca de 9 millones de personas, son dos de las zonas más empobrecidas de México.
Posterior al sismo, se confirmó un tsunami que afectaría al país con una ola de 1.75 metros, según el Centro de Alerta de Tsunami del Pacífico. Las advertencias también fueron emitidas en lugares lejanos como Nueva Zelanda y la República de Vanuatu.
Recomendamos: 5 datos sobre el sismo más poderoso de los último 100 años en México
Peña Nieto informó que el ejército mexicano, la marina y la policía federal se habían movilizado para responder a la emergencia.
El terremoto sacudió al país cuando los efectos del huracán Katia comenzaron a sentirse en el este de México.
Eduardo Mendoza, gerente general de Direct Relief México, le indicó el viernes a CNN que la tormenta podría dificultar los esfuerzos de socorro y contribuir a las enfermedades transmitidas por el agua contaminada. Algunos camiones grandes estaban teniendo problemas para llegar a las zonas afectadas, añadió, por lo que las personas estaban llevando suministros en sus coches personales.
Recomendamos: ¿Por qué el sismo de este jueves fue menos destructivo que el de 1985?
Según Mendoza, Direct Relief coordina la entrega de suministros de empresas en México y Estados Unidos.
"Lo que realmente necesitan (las personas afectadas) ahora son suministros médicos básicos para el cuidado de las heridas y otros tratamientos de trauma", sostuvo.
También necesitan ayuda las personas que huyeron de sus hogares y dejaron allí sus medicamentos.
Mendoza recordó que sintió el terremoto en su residencia en Ciudad de México.
Lee: Los sismos más devastadores del mundo en los últimos 30 años
"Pude ver mi pared moviéndose varios centímetros", aseguró. Después, salió corriendo pero el edificio continuó temblando por 30 o 40 segundos más.
Peña Nieto visita las zonas afectadas
El presidente confió este lunes en crear un frente común con la iniciativa privada para la acelerar la reconstrucción.
Desde Chiapa de Corzo, Chiapas, invitó a las empresas constructoras interesadas a sumarse a las actividades que coordina el gobierno federal.
La reconstrucción, que puede llevar varias semanas, es uno de los tres objetivos que se ha trazado el gobierno federal.
El primero, precisó el mandatario, es la atención de la emergencia. Para ello ya hay 1,200 médicos en las zonas.
Y el segundo es tener listo el censo que cuantifique los daños, el cual se prevé esté listo el fin de semana.
El presidente confirmó que el número de muertos es de 96: 76 en Oaxaca, 16 en Chiapas y 4 en Tabasco.
Este lunes, el presidente Peña Nieto recorre las zonas de Chiapas y Oaxaca afectadas por el sismo del pasado jueves a fin de supervisar el arribo y distribución de la ayuda que llega.
Más temprano, el vocero de la Presidencia de la República, Eduardo Sánchez, dijo que el domingo el mandatario sostuvo reuniones con los secretarios de Estados que fueron desplazados para las tareas de protección civil, con el fin de evaluar la forma de responder a esta emergencia.
El Gobierno de la República ha reaccionado de manera oportuna, sin embargo “se trata de una situación realmente complicada y difícil”, dijo Sánchez en entrevista con la cadena Televisa.
En ese sentido refirió que la percepción de la población de que la ayuda del gobierno federal aún no llega a los lugares afectados se debe a que los daños están dispersos tanto en Chiapas como en Oaxaca, “desafortunadamente los daños no están concentrados en determinadas zonas”.
Por ello, Eduardo Sánchez enfatizó que “hoy necesitamos que todo el mundo ayude, que todo el mundo coopere para que nuestros hermanos en Chiapas y Oaxaca puedan salir adelante”.