AMLO, el presidente más fuerte en tres décadas, afirma Monreal

The Economist dedica un texto al futuro presidente en donde destaca la agenda populista adoptada tras su triunfo, e incluye declaraciones del senador de Morena.
Cuarta transformación. AMLO pone su llegada a la presidencia a la par de acontecimientos históricos como la Independencia, la Reforma y la Revolución Mexicana.

CIUDAD DE MÉXICO - A partir del primero de diciembre México tendrá por primera vez en tres décadas a un presidente fuerte, cita The Economist al senador Ricardo Monreal en un texto difundido este jueves.

, pues ganó con el 53% del voto, destacó el medio especializado.

López Obrador se prepara para lo que llama “la cuarta transformación”, lo que da a su mandato la importancia de cambios de la talla de la Independencia, la Reforma y la Revolución Mexicana.

En las últimas semanas, subrayó The Economist, López Obrador se retiró del pragmatismo que mostró durante la campaña, el cual tranquilizó a la clase media y a inversionistas. Ahora ha adoptado una agenda populista que ha afectado a los mercados.

Errores de novato

Desde el 1 de julio, cuando ganó la elección presidencial,

, lo que provoca que los augurios de su sexenio ya sean alarmantes.

The Economist indicó que las encuestas ciudadanas sobre sus propuestas no tienen el escrutinio adecuado, como la construcción de una refinería en Tabasco o si se procesa o no a expresidentes por el delito de corrupción.

López Obrador sometió al voto ciudadano la decisión de continuar o no la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), obra que se lleva a cabo en Texcoco.

El presidente electo se ha opuesto al proyecto y en cambio propone la construcción de dos pistas en la base militar de Santa Lucía, en el Estado de México, en operación conjunta con el aeropuerto actual –Benito Juárez- y el de Toluca, lo cual es técnicamente inviable, de acuerdo a The Economist.

Otra de las propuestas de quien asumirá la presidencia el sábado es el poner un tope al salario de los servidores públicos a través de una ley de remuneraciones, que establece que nadie puede ganar más que el Ejecutivo federal.

Esta medida, subrayó el diario, provocaría que gente talentosa salga del gobierno y elevaría la tentación de aceptar sobornos para quien se quede.