OPINIÓN: La educación de las niñas es mucho más que un simple asunto político
Nota del editor: Michelle Obama es la primera dama de Estados Unidos. Las opiniones expresadas en esta columna son suyas.
(CNN) — Para mí, la educación nunca ha sido un simple asunto político—es personal.
Ninguno de mis padres, y difícilmente alguno de mis vecinos, tiene estudios superiores. Pero gracias a mucho trabajo y a mucha ayuda financiera, yo tuve la oportunidad de ir a una de las mejores universidades del país. La educación me abrió muchas puertas y me dio la confianza de perseguir mis deseos y tener voz en el mundo.
Para mí, la educación fue poder.
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Hace unos años, cuando tuve el honor de conocer a Malala Yousafzai, quien recibió un disparo en la cabeza por intentar ir a la escuela, el tema se volvió muy personal para mí. Vi que los terroristas que casi la mataron estaban intentando acallar su voz, despojarla de sus ambiciones y tomar el poder.
Por eso decidí trabajar para la educación mundial de las niñas como primera dama: porque justo ahora hay decenas de millones de niñas como Malala en todo el mundo que no están en la escuela—que son tan brillantes, trabajadoras y están hambrientas de conocimiento. Y esa es la misión de la iniciativa Let Girls Learn (Dejen a las niñas aprender), que fue lanzada el año pasado: es un esfuerzo global para ofrecerles la educación que necesitan para alcanzar su máximo potencial y ayudar a sus familias, comunidades y países.
Como primera dama no tengo presupuesto propio ni autoridad para hacer que pasen las leyes. Por eso, cuando lanzamos Let Girls Learn, muchos dudaron que tuviera un impacto global.
Pero durante el último año y medio hemos establecido alianzas con algunas de las compañías y organizaciones más grandes del mundo, que están comprometiendo sus recursos, dinero y experiencia. Estamos colaborando con Canadá, México y naciones nórdicas. Países como Japón, Corea del Sur y Reino Unido han prometido casi 600 millones de dólares (mdd) a la causa.
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Estados Unidos está invirtiendo más de 1,000 mdd a través de nuevos y continuos esfuerzos para que la iniciativa opere en más de 50 países.
El grupo del Banco Mundial invertirá 2,500 mdd en los próximos cinco años. Y a través de campañas en redes sociales, Let Girls Learn ha recibido ayuda de todo el mundo.
Todo esto está pasando porque cada vez que un líder mundial, un CEO o un adolescente escuchan historias de niñas que no están en la escuela, quieren ayudar.
Por eso, el nuevo filme de CNN sobre la educación global de las niñas, We will rise, que se transmitirá por primera vez esta semana, es tan importante: cuenta las historias de estas niñas.
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La cinta muestra las vidas de algunas de las jóvenes que visité el año pasado en Liberia y Marruecos, dos países africanos donde se lucha por la educación para las mujeres. Fui acompañada en mis viajes por las actrices y activistas Meryl Streep y Freida Pinto.
Juntas, nos sentamos con las pequeñas de ambos países para conocer las barreras que enfrentan y los sueños que tienen para el futuro. Como muchas niñas en el mundo, ellas lidian con la pobreza. Algunas enfrentan amenazas, se casan jóvenes y empiezan a tener hijos propios.
Pero estas niñas tienen grandes planes para sus vidas. Quieren ir a la universidad para convertirse en doctoras, maestras, ingenieras, empresarias; y día tras día, hacen todo lo necesario para recibir la educación que les permita cumplir sus sueños. Se levantan antes del amanecer y pasan horas en los campos de arado, cocinando para sus familias y atendiendo a sus hermanos antes de ir a clases. Al volver, trabajan en hogares o en fábricas, y estudian hasta tarde por la noche.
Espero que se conmuevan tanto por estas historias como yo—y espero que visiten LetGirlsLearn.gov para ayudarlas.
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Contrario a muchas niñas en el mundo, tenemos una voz. Por eso, en el Día Internacional de la Niña, pido que nos ayuden a darles a ellas la educación que se merecen. Cuentan con nosotros y no tengo intención de defraudarlas. Planeo seguir trabajando por ellas, no solo durante el resto de mi periodo como primera dama, sino durante el resto de mi vida.
Michelle Obama es la primera dama de Estados Unidos. Las opiniones expresadas en esta columna son suyas.