OPINIÓN: Saturday Night Live entiende a Trump como lo que es
Nota del editor: Dean Obeidallah es el anfitrión del programa de radio "The Dean Obeidallah Show" de SiriusXM, así como columnista de The Daily Beast. Síguelo en @TheDeansreport. Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivamente suyas.
(CNN) – Por fin, Donald Trump está volviendo a algo que hace muy bien: ser un chiste.
Desde luego, inspirar chistes y graciosadas no es algo nuevo para él, lo hacía muchos años antes de lanzarse de candidato. Los comediantes simplemente introducían su nombre cuando hacía falta para evocar una versión masculina (y más egocéntrica) de las Kardashians.
De hecho, tal vez porque fue visto como una broma (o, al menos, carente de sustancia) los votantes republicanos mostraron en un principio poco entusiasmo por Trump. Una encuesta de Fox News recabada un par de semanas antes de que Trump anunciara formalmente su candidatura en junio pasado, por ejemplo, le dio a Trump un anémico 4% de apoyo entre los republicanos. Y peor aún, el 59% de los votantes republicanos dijeron que "no votaría nunca" por Trump.
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Pero una vez que Trump comenzó a diseminar sus comentarios racistas e intolerantes, los votantes republicanos parecieron recibirlo mejor. Después de su infame destape oficial el 16 de junio de 2015, en un anuncio donde hizo la ultrajante afirmación de que México enviaba a "violadores" y “traficantes” , el apoyo a Trump subió rápidamente a un 11% en New Hampshire, colocándolo en segundo lugar en el abarrotado campo de las primarias republicanas.
Trump continuó con el rutinario régimen de demonizar a los inmigrantes, especialmente los latinos, y para mediados de julio ya encabezaba la lista para la candidatura republicana. Para finales de noviembre, el promedio de encuestas de RealClearPolitics le daba 10 puntos de ventaja sobre el resto de los aspirantes republicanos. ¿Y después de que anunció su plan de prohibir la entrada de musulmanes a Estados Unidos? Su ventaja creció a más de 20 puntos.
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Aún más alarmante que el apoyo ganado entre los votantes de las primarias republicanas fue que a finales del mes pasado, Trump estaba prácticamente empatado con Hillary Clinton en las encuestas nacionales. Pero luego llegó el primer debate presidencial , el 26 de septiembre. Con más de 80 millones de espectadores, Trump comenzó su regreso a la condición de chiste con un desempeño tan objetivamente horrible que no era necesario que los comediantes exageraran que provocar risas. El molesto sonido nasal, las interrupciones y en general la falta de preparación de Trump fueron evidentes para todos.
Fue la delicia de los anfitriones de los llamados ‘late night shows’ o programas nocturnos estadounidenses. Desde Seth Meyers a Stephen Colbert, la actuación de Trump en el primer debate fue oro molido para la comedia. Y entonces llegó el 1 de octubre, la transformación de Trump a una caricatura cómica se había consumado. Ese fue el día en que Saturday Night Live (SNL) presentó a Alec Baldwin como Trump , y quedó claro desde el primer minuto de ese sketch que la personificación de Baldwin podría muy bien equipararse a la de Tina Fey como Sarah Palin en términos de socavar la credibilidad del candidato.
OPINIÓN: La queja de Trump sobre Saturday Night Live no es de risa
Después de tres sketches del debate de Saturday Night Live, eso es exactamente lo que está sucediendo. Peor aún para Trump, SNL acaba de anunciar un programa especial la víspera de las elecciones con más Baldwin interpretando a Trump. Vanity Fair resumió a la perfección este programa especial con el titular: "Saturday Night Live Is Giving Alec Baldwin an Extra Chance to Mock Donald Trump" ("Saturday Night Live le da a Alec Baldwin una oportunidad más para burlarse de Donald Trump”).
nullSi crees que Trump no entiende que SNL y otros comediantes pueden afectar su credibilidad (o incluso ayudar a destruir la que le queda), no has estado muy informado. Tras la parodia de Saturday Night Live del segundo debate presidencial, Trump estaba tan indignado que tuiteó a las 4:14 de la madrugada pidiendo la cancelación del programa televisivo: "Vi Saturday Night Live hacerme trizas. Es hora de retirar ese aburrido y soso programa. La interpretación de Alec Baldwin apesta. ¡Elección amañada por los medios!".
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Pero la realidad es que incluso antes de esta elección, Trump receló de los comediantes que lo ridiculizaban ante los ojos del país. Trump, por ejemplo, lleva años arremetiendo contra Jon Stewart por burlarse de él, y también se fue contra Seth Meyers después de que el comediante se mofara de él en la Cena de Corresponsales de la Casa Blanca en 2011. Trump incluso demandó al comediante Bill Maher por 5 millones de dólares a raíz de un chiste que Maher contó en "The Tonight Show" en 2013, donde debilitaba de una manera cómica la campaña racista ‘birther’ de Trump contra el presidente Obama.
Con todo, Saturday Night Live no puede llevarse todo el crédito, Trump es el que más se ayuda a sí mismo en la labor de volverse un hazmerreír.
OPINIÓN: Republicanos, condenados al fantasma de Trump
Nada de esto quiere decir que no haya aún leales entre los votantes republicanos - las encuestas sugieren que algunos estadounidenses no tienen problemas en apoyar a Trump a pesar de que vomita regularmente sexismo, racismo e intolerancia. Y entiendo que algunos votantes solo quieren un cambio, y que ellos también se sienten incómodos con el abanderado de su partido. Pero espero que cuando estén en la casilla electoral decidan no elegir a un chiste.
En los días que restan para la elección, veremos si los comediantes nocturnos de Estados Unidos y Saturday Night Live pueden completar su trabajo de transformar a Trump en la broma que era entes, y asegurarnos de que el chiste no seamos todos nosotros.
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