OPINIÓN: El petróleo en la 'era Trump' sigue siendo riesgoso
Nota del editor: Roberto A. Ruarte es asesor en mercados financieros. Las opiniones en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.
(Expansión) — Cuando fuera elegido Donald Trump el 8 de noviembre de 2016, muchos pronósticos en mercado financieros fueron publicados y escuchados; en el periodo desde su elección a su toma de poder en enero, los mismos se acentuaron.
Muchos hablaron de la continuidad de un dólar firme como viéramos en el año Fibonacci 2016. Con respecto al peso mexicano se leyeron y escucharon pronósticos de 23 y 25 pesos para el año, de un euro en la paridad contra el dólar.
Luego de las expectativas de crecimiento proyectadas por el actual presidente de EU, que prometió duplicar la tasa de crecimiento y reducir al mínimo el desempleo estadounidense, hubo tres sectores que también captaron la atención de los inversores: el energético, el financiero y el de la construcción.
Días atrás salió publicado un índice que mide el desempeño del presidente de EU por una importante calificadora y su nota fue B+, notando un incremento en su calificación en base a múltiples indicadores, crecimiento, empleo, confianza y otros más.
Desde estas líneas y los reportes técnicos, nuestra opinión fue: dólar débil en la época de Trump. Luego de un techo de 103.80, el mercado bajó un 8% aproximadamente, un petróleo débil en contraposición con la opinión de la mayoría. Hoy estamos con un WTI en 45.80 contra los 53-55 que estábamos meses atrás, un dólar debajo de los 20 pesos con objetivo de 18 y 17.04 para el año. Acabamos de tocar ayer niveles de 18.15 y ahora pululan pronósticos bajistas para el dólar contra el peso.
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De los pronósticos más escuchados que podrían ser oportunidad para el gobierno de Trump, creemos que las financieras ya dieron todo el crecimiento esperado o gran parte del mismo banco como JPMorgan, Goldman Sachs, que han terminado o se encuentran en la parte final de su subida.
El dólar en el mundo ha acentuado su tendencia bajista para sorpresas de muchos, pero ahora estamos en las antípodas de 2016 donde todos querían dólares y aborrecían al euro y al peso mexicano, ahora nadie quiere dólares. Cuando ello ocurre, un rebote se debe estar preparando para limpiar el consenso en contra del dólar porque los mercados siempre sancionan consensos.
En efecto, si la mayoría ya vendió dólares y compró pesos y euros, estamos en terreno sobrecomprado y como el especulador piensa linealmente si subió va seguir subiendo cuando no ocurre debe cerrar su posición y si estaba vendido dólares, debe comprarlos para cerrar su posición produciéndose el efecto contrario en precios un gran rebote.
Con respecto al mercado que más daño causó porque el pronóstico de muchos no se cumplió es el petróleo, hoy estamos en precios menores que el histórico acuerdo de la OPEP en el petróleo el índice XLE, que muestra al mercado energético, y el ETF USO, que sigue al petróleo, muestran patrones bajistas más severos que el mismo petróleo y es una fuerte advertencia que lo mejor del petróleo ya lo vimos y que épocas difíciles como el primer bimestre de 2016 pueden volver para el denominado oro negro.
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El WTI cotiza en niveles de 45.89 al escribir esta nota y la zona de 48-50 ahora parece ser resistencia y el petróleo deslizarse en una nueva tendencia bajista. ¿Dónde puede llevarnos esta tendencia este año? Creemos que debajo de 40 dólares a la zona de 38, y posiblemente el año que viene, más cerca de los 30 dólares.
Para muchos analistas, el petróleo alcanzó su piso definitivo en los 26 dólares en el primer bimestre de 2016. La subida desde 26 a 55 es más propia de un recorte de una tendencia bajista en fuerza que una nueva tendencia alcista y por lo tanto nuestra visión es cautelosa y negativa. Creemos que la subida del petróleo desde 26 dólares es una onda 4, y que tarde o temprano veremos una onda 5 bajista para ver de nuevo niveles de 26 dólares.
Un escenario intermedio sería pensar en un triángulo en onda 4; vemos en ese caso una caída a 30-35, rebote a 50-52, caída a 40, última subida a 48 y caída final debajo de los 26 dólares más hacia delante.
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Creemos que los países exportadores de petróleo deberían usar los actuales precios para usar coberturas para los próximos 12 o 18 meses para evitar pérdidas ante estas posibles caídas.
Si el petróleo vuelve arriba de 50 y 52, las posibilidades bajistas aquí planteadas disminuirán, aunque solo arriba de 55 pensaremos en potencial limitado a 60-62, onda 4 de menor grado, para de todas maneras allí producirse una caída hacia la zona de 30-35 y potencialmente más adelante a mínimos debajo de los registrados en febrero de 2016.
En este contexto, los poseedores de acciones petroleras focalizadas en extracción pueden verse afectados por la caída del petróleo, salvo aquellas que tengan toda la cadena, es decir exploración, refinamiento y distribución. También aquellos bancos que están expuestos con créditos a empresas petroleras más pequeñas que contribuyen al XLE de energía cuyas gráficas han perdido valor y su futuro no se ve promisorio, es decir, pueden ir de mal a peor y no de mal a mejor.
Es un sector que desde la zona de 52-55 dólares no nos ha gustado a pesar de mucha publicidad a favor en la época de Trump y mantenemos nuestras reservas y pronósticos negativos, salvo que el mercado, que es el único que siempre tiene la razón, tenga un veredicto contrario. Veremos.
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