OPINIÓN: Una narrativa más visual y exitosa en la oficina
Nota del editor: Rocío Medina es directora de Marketing de Producto para Prezi. Las opiniones expresadas en esta columna son exclusivas de su autora.
(Expansión) — Comunicarse en sociedad es un arte. Sí, es inherente a los seres humanos, pero no por eso deja de ser complejo y desafiante para hacerlo de forma asertiva y eficiente. Sin embargo, la forma en que nos comunicamos ha evolucionado con el paso de los siglos. No siempre nos hemos comunicado como lo hacemos ahora.
Entendiendo que la comunicación es un proceso de intercambio en el cual un emisor elabora y estructura un código, además de una serie de pensamientos e ideas que transmite a través de un determinado canal o medio a un receptor que organiza, comprende y reestructura ese mensaje; podemos entender que no es tan fácil hacer llegar una idea exactamente como la imaginamos en nuestra cabeza.
Nos comunicamos de muchas maneras, más no siempre hemos tenido tantas opciones. En la antigüedad, nuestros antepasados comenzaron a manifestarse a través de dibujos en cuevas, posteriormente se comunicaban a través de mensajes de humo. Después hubo necesidad de dejar mensajes más permanentes y fue necesario algún tipo de código y nace la escritura que al comienzo era pictográfica, con símbolos que representaban objetos. Posteriormente se desarrollaron elementos ideográficos, en donde el símbolo no solo representaba el objeto, sino también ideas y cualidades asociadas a él.
Históricamente le damos prioridad a las imágenes. Nuestro cerebro crea conceptos a partir de “fotografías” que se incuban en la mente para poder entender y describir lo que queremos comunicar. Esto, complementado con el desarrollo del lenguaje escrito y verbal, nos ha hecho mucho más capaces y hábiles para comunicar.
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Por todo lo anterior, en nuestra vida, las imágenes forman parte de todo. Si queremos dar una instrucción, pedir un café, escribir un ensayo, dirigir una junta en el trabajo, o simplemente llegar a algún lugar, utilizamos códigos traducidos en imágenes mentales con cierto significado.
De esta forma, las personas que logran explicarse en una forma integral (imágenes y palabras), alcanzan un nivel de comunicación y entendimiento más grande. Si trasladamos esto a un aspecto educativo o laboral, encontramos que para poder enseñar o aprender, lo haremos de forma más eficiente si es de forma integral: no solo palabras, no solo imágenes.
Hablemos del plano laboral: cuando necesitas dar una presentación seguramente comienzas a dudar sobre cuál será la mejor manera de comunicar tus ideas para causar un mayor impacto en tu audiencia. Sin embargo, debes entender que lo más importante es mantener una estructura incluyente que sostenga la atención de las personas en lo que estás diciendo, pero ¿cómo se logra eso?
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Al cambiar el estilo en el que entregas el mensaje también cambias la estructura de la presentación que estás entregando, tanto tú, como presentador, así como tu audiencia, serán capaces de superar todos los desafíos asociados con el hecho de presentar. Lo anterior se debe a que le estarás pidiendo al público participar en la conversación, estarán alertas y como consecuencia se mantendrán atentos.
Una presentación interactiva, con imágenes y conversacional hace más sencillo transmitir el mensaje que queremos enviar, alentar a las personas a que hagan preguntas durante la conversación, no solo se trata de absorber los mensajes de forma pasiva. Cuando alientas a que el público reflexione o enfocas la presentación en lo que más les interesa, pueden sentirse incentivados a externar reacciones procedentes de tus mensajes clave.
Los humanos estamos construidos de tal forma que entre el 80% y el 90% de la información que nuestro cerebro procesa viene a través de los ojos, dos terceras partes de la actividad eléctrica del cerebro está dedicada a la vista cuando los ojos están abiertos. Resumiendo, estamos hechos para consumir visuales y nuestros cerebros han desarrollado una increíble capacidad de almacenamiento para este tipo de información.
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Es por esto que necesitas apoyarte en una presentación visual para hacer tu discurso más memorable. Incluso, un reciente estudio realizado por la Universidad de Harvard titulado: El medio por el que presentamos afecta el mensaje, se demostró que el apoyo visual ayuda a que la percepción de las presentaciones se describa como más persuasivas, mejor preparadas, competentes y creíbles. Al tener una imagen en la pantalla mientras hablas, harás que tu mensaje llegue a la vez de forma visual y verbal.
Existen mil maneras de comunicarse, narrar y presentar, pero todas llevan el mismo propósito: comunicar. Depende de nosotros y las herramientas que utilicemos el poder transmitir el mensaje de la mejor manera posible. De acuerdo a cómo usamos las piezas que tenemos a nuestro alcance podemos armar el rompecabezas de la comunicación. Qué tan fácil o difícil es, depende de nosotros.
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