OPINIÓN: Donald Trump no va a ser el salvador en la reforma sobre las armas

Los casi 31 millones de dólares que la NRA aportó a su campaña y a la oposición a Hillary Clinton dan una idea muy clara de en dónde está la lealtad del mandatario estadounidense, opina Jen Psaki.

Nota del editor: Jen Psaki es analista política de CNN. Fue directora de comunicaciones de la Casa Blanca y portavoz del Departamento de Estado durante la presidencia de Obama. Es vicepresidenta de Comunicación y Estrategia del Fondo Carnegie para la Paz Internacional. Síguela en Twitter:

. Las opiniones en esta columna pertenecen exclusivamente a la autora.

(CNN) — No, Estados Unidos, Donald Trump no va a ser nuestro salvador en la reforma sobre las armas. Tampoco va a tomar medidas expeditas para que nuestros hijos estén a salvo de los tiroteos masivos. El

en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC, por sus siglas en inglés) lo dejó bien claro.

Cuando le dieron la oportunidad de hablar ante un público que lo respalda y hacer un llamado a implementar reformas de verdad que tengan efectos, su reacción fue reiterar su llamado a que haya más armas, incluso proporcionando armas ocultas a "maestros y entrenadores adeptos a las armas, bien entrenados".

Si esto les suena conocido, es porque se trata de una postura y un enfoque que desde hace mucho defiende uno de los principales partidarios de Trump, la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés). De hecho,

, en la misma conferencia.

"Todos los días, los niños van a escuelas que son prácticamente blancos vulnerables para cualquier persona que quiera cometer un asesinato en masa", dijo LaPierre. "Las escuelas deben ser el blanco más difícil de este país; hay que enfrentar al mal inmediatamente con toda la fuerza necesaria para proteger a nuestros hijos".

Quienes se oponen a armar a los maestros son nada menos que los maestros, los administradores de las escuelas y las corporaciones policiacas. ¿Por qué? Pues porque el problema de la violencia con armas de fuego en Estados Unidos no va a solucionarse promoviendo el llamado de la NRA a que haya más armas en las escuelas.

En cuanto a las otras propuestas de "reforma" que Trump presentó la semana pasada, es probable que LaPierre se haya sentido muy orgulloso de su pupilo. Mientras prometía acciones y convencía incluso a algunos escépticos de que hablaba en serio, Trump se las arregló para hacer un llamado contundente a no hacer gran cosa.

Entonces ¿qué "propuso"?

nullLas revisiones integrales de antecedentes ciertamente suenan bien, pero esto solo significaría modificar un sistema completamente roto… y esa es la propuesta ineficaz que la NRA respalda, no el incremento de revisiones completas de antecedentes penales de todas las personas que presenten una solicitud de permiso de posesión de armas.

¿Qué hay de los aceleradores de disparos? Claro, deberíamos prohibirlos, como Trump propuso. Pero cuando un grupo prominente a favor del control de armas, como Everytown for Gun Safety, básicamente se encoge de hombros ante esta propuesta de bajo calibre —y la NRA ni siquiera se exalta—, está bien claro que no es la respuesta.

En cuanto al aumento de la edad mínima para comprar un arma, es una propuesta razonable y una que cuenta con el respaldo de la mayoría. Pero ¿llegaría al meollo del problema, la amplia disponibilidad de armas en Estados Unidos? No.

Los discursos de LaPierre y Trump ante la CPAC revelaron más que su punto de vista compartido respecto a las armas: subrayó su amor y su profunda comprensión del uso del miedo, de la utilidad de asustar a la gente.

, que "deberían estar nerviosos, deberían tener miedo. Si ellos toman el poder, si estos supuestos 'socialistas europeos' toman la Cámara de Representantes y el Senado —y Dios no permita que recuperen la Casa Blanca—, nuestros derechos estadounidenses se perderían y nuestro país cambiará para siempre".

Al día siguiente, Trump siguió el ejemplo de LaPierre y advirtió indignantemente que los demócratas "les quitarán su Segunda Enmienda", grito de batalla electoral que la NRA ha respaldado desde hace décadas.

¿Cómo fue que Trump pasó de ser el anfitrión emotivo de los familiares de las víctimas a ser el aprendiz de la NRA? Los

que la NRA aportó a su campaña y a la oposición a Hillary Clinton dan una idea muy clara de en dónde está la lealtad de Trump. En su discurso ante la CPAC confirmó que no va a desafiar a su mentor amante de la intimidación ni a la NRA.