OPINIÓN: Aptitudes de hoy y mañana para el trabajo

Nota del editor: Ricardo Migoya estudió Marketing y Comercialización en la Universidad Católica de Salta y tiene una maestría en Negocios Digitales en el ISDI, de donde también es profesor. Es Managing Partner en Voyer International LATAM, consultora de Executive Search, con sede en México. Las opiniones en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

(CNN) – ¿Cómo deben ser los colaboradores del futuro, qué habilidades deberán tener? O incluso desde ahora, ¿cuáles son las nuevas aptitudes que los empleadores buscan y cómo nos colocamos como los mejores candidatos?

Todas estas preguntas son las que surgen cuando pensamos en el hoy y en el futuro como empleadores, como colaboradores y compañías.

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La realidad es que nos orientamos a superarnos constantemente, aprender más rápido, e incluso pensar más rápido. La velocidad del ecosistema digital y la tecnología impactan en las empresas sin darnos tregua y quien no logre sumarse y aprender de esta ola de cambios y nuevos sistemas quedará fuera.

¿Los robots vienen a quitarnos el trabajo? No lo creo, y me suena conocido. A mediados del siglo pasado se tenía la misma sensación con el avance tecnológico y sin embargo ya hace más de cinco años que existen nuevos empleos y cargos que antes eran impensados. Esto no es una novedad. El punto es qué conocimientos debemos adquirir. Estos conocimientos y las actualizaciones son los que nos mantendrán “vivos” para seguir creciendo en el ámbito laboral.

Los empleadores deberán establecer nuevos formatos y formas de trabajo para sus colaboradores, privilegiar opciones enfocadas en el cumplimiento de objetivos, espacios de trabajo colaborativos y no solo que pretendan cumplir horas en un escritorio.

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Las nuevas metodologías permitirán retener más y mejor a la gente, permitirán mejores y más sanos entornos de trabajo. El trabajo en equipo será el eje principal. Hoy lo que se espera no es solo el éxito del individuo, sino del equipo en general.

Algunos ejemplos de cómo las organizaciones han ido acomodándose a este cambio son: menos juntas y más agiles, home office, optimización del tiempo, conexiones y herramientas que nos permitan volar a la misma velocidad que el entorno.

Lo líderes de hoy no solo cuentan sobre sus éxitos y victorias, sino que hacen hincapié en sus fracasos y sus frustraciones y en cómo pudieron construir desde ese lugar lo que tienen. Esto es lo que los nuevos colaboradores quieren escuchar para motivarse: hay una realidad más humana, más accesible, que permitirá crear nuevos líderes con equipos más capacitados para poder caerse y levantarse rápidamente, ya que como decíamos antes, la velocidad de cómo suceden las cosas importa y mucho.

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Necesitamos tener colaboradores más críticos, que cuestionen más basados en el “¿por qué?” y el “¿para qué?” A este nuevo talento que buscamos les diría, que después del conocimiento y habilidades hay que sumarle actitud. Una actitud que se complementa con las siguientes palabras: aprender a pensar distinto, co-working, asumir riesgos, equivocarse, resiliencia , economía colaborativa, metodología lean start up, design thinking, innovación, toma de decisiones, metodología canvas, metodología agile entre otras.

Todo esto es lo que nos piden las compañías para adaptarse a este nuevo mundo bombardeado por la tecnología, la información y el ecosistema digital. Algunas están más avanzadas que otras, y esto no es más que la ecuación generacional de los nuevos gerentes y directores quienes aplican técnicas y generan entornos para que esto suceda.

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Por otro lado, un concepto interesante es el “gig economy” y cómo impacta en las organizaciones. Se flexibiliza el horario laboral de manera que queda librado a elección del trabajador, cada uno marcando el ritmo que pretende para lograr sus objetivos. Este concepto, que ya está siendo usado por grandes empresas de vanguardia, seguramente se instale como modelo general. Hoy muchos quieren trabajar así, incorporando este revolucionario concepto en donde lo primordial es la flexibilidad combinada con la tecnología en el trabajo.

Un ejemplo concreto del impacto de este cambio en el escenario laboral es que desde fines del 2016, más del 35% de las búsquedas de talento que realizamos están enfocadas en nuevas posiciones, con nuevas competencias soft y, por supuesto, en empresas enfocadas en transformación digital y tecnológica.

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