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OPINIÓN: El impacto del Tren Maya en el sector inmobiliario

¿Cuál es el reto? Lo ideal será que se trabaje en un plan para evitar un crecimiento desordenado, como ha pasado en algunas ciudades turísticas, opina Alberto Vázquez.
lun 17 septiembre 2018 01:00 PM

Nota del editor: Alberto Vázquez es socio de Auditoría, especialista en el sector Inmobiliario de KPMG en México. Las opiniones en esta columna pertenecen exclusivamente al autor y no necesariamente representan las ideas y opiniones de KPMG en México.

(Expansión) – De los proyectos previstos para el próximo sexenio las empresas del sector inmobiliario deberán seguir de cerca aquellos enfocados en infraestructura de transporte.

Uno de los que tiene mayor relevancia es el “Tren Maya”, un vehículo de mediana velocidad que correrá desde Cancún, en Quintana Roo, hasta Chiapas, pasando por la Riviera Maya, Playa del Carmen, así como la llamada Costa Maya, que incluye Bacalar, Mahahual, las zonas arqueológicas de Calakmul y Palenque. De concretarse en su totalidad, este proyecto será un detonador económico para esta zona.

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Sin duda, uno de los sectores mayormente beneficiados sería el turismo que llega a Cancún y la Riviera Maya, pero también mediante el establecimiento de desarrollos turísticos e inmobiliarios, tales como hoteles, marinas, restaurantes, campos de golf y desarrollos de vivienda. Cabe señalar que actualmente zonas como Tulum han experimentado un significativo desarrollo inmobiliario en los últimos años, por lo que se estima que el Tren Maya ayudará a llevar este impulso más al sur.

Aunque existen diversos impactos ecológicos que deberán evaluarse, es claro que la derrama económica que deja el turismo en Cancún y Riviera Maya se queda, principalmente, en el norte de Quintana Roo; y que aprovechando el enorme potencial turístico que tiene el sur de este estado, así como las zonas arqueológicas de Calakmul y Palenque, se pueden distribuir más equitativamente estas inversiones, así como generar un mayor valor agregado que reditúe en mayores ingresos turísticos para la región. El Tren Maya es un proyecto que ayudará a alcanzar estos objetivos.

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Tulum, Bacalar y Mahahual son destinos con vocación principalmente ecoturística; si bien esta inclinación ha sido un diferenciador importante respecto a destinos más desarrollados como Cancún y Rivera Maya, ofrecen enormes oportunidades de desarrollo inmobiliario turístico, especialmente en hoteles y vivienda residencial media y de lujo, esta última enfocada tanto al mercado mexicano como extranjero, apuntando más al estadounidense y canadiense.

La conveniencia de una conexión ferroviaria entre Cancún y estas zonas será un gran detonador para este tipo de inversiones, por lo que una vez terminado el proyecto seguramente veremos un gran desarrollo y una oferta significativa en estos desarrollos inmobiliarios.

Como en Tulum y la Riviera Maya, se estima que los desarrollos de vivienda residencial consistirán en comunidades planeadas con servicios desde hospitales y universidades hasta centros comerciales. La ciudad Mayakoba es un ejemplo del tipo de desarrollo que podríamos ver en el corto plazo, si bien se estima que la mayor parte de ellos serán condominios residenciales con diversas amenidades, pero de menor tamaño. Mientras que para las zonas arqueológicas de Calakmul y Palenque veremos algunos proyectos ecoturísticos, aprovechando la geografía de la zona con lo cual se incrementará su oferta turística.

Debemos tener presente el efecto que estos desarrollos tendrán en la población de estas comunidades, considerando que el objetivo principal del proyecto es la generación de empleos, lo que a su vez generará un ciclo económico favorable; por otro lado, podríamos ver un incremento en la población de estas zonas, atraídos por la mayor actividad económica, lo que se traducirá en mayor demanda de vivienda.

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Pero, ¿cuál es el reto? Lo ideal será que se trabaje también en un plan para evitar un crecimiento desordenado, como ha pasado en otras ciudades turísticas que ante una explosión inmobiliaria de este estilo han crecido descuidando algunos sectores, lugares con servicios de primer mundo en las zonas turísticas, pero con escasez de servicios básicos en otras zonas.

El Tren Maya es un gran proyecto que, bien planeado y considerando su impacto ecológico, ayudará al desarrollo económico del sureste de México. Los inversionistas inmobiliarios deberán evaluar futuros proyectos de inversión en estas zonas, participando así de los beneficios económicos de este impulso que promete la infraestructura del país.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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