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OPINIÓN: Qué hacer y dejar de hacer en torno al 19S

He sido testigo de muchas historias inspiradoras de resiliencia que me hacen comprometerme a incorporar una cultura de prevención y de fortalecimiento con mis redes de apoyo, señala Adriana Castro.
mar 18 septiembre 2018 09:17 AM

Nota del editor: Adriana Castro tiene una especialidad en Psicología de la Creatividad por la Universidad Autónoma de Barcelona. Es fundadora de Call to Action: empresas felices. Síguela en Facebook (adrianacastromx). Las opiniones en esta columna pertenecen exclusivamente a la autora.

(Expansión) – Estamos a un año de 19/S y conforme se acerca la fecha, vienen a mí recuerdos repentinos de la realidad aterradora de ese día.

A un año de la tragedia sería osado de mi parte hacer un análisis de lo que nuestras autoridades hicieron, o no, en relación a la Reconstrucción, Recuperación y Transformación de la CDMX, ya que el tema es complejo y delicado.

Así que mi invitación es a hacer una reflexión en torno a lo que cada uno de nosotros hemos hecho, y dejado de hacer, en torno a la lección que recibimos ese día. ¿Qué aprendimos? En mi caso, la enseñanza ha sido enorme.

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He sido testigo de muchas historias inspiradoras de resiliencia que me hacen comprometerme a incorporar una cultura de prevención y de fortalecimiento con mis redes de apoyo.

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Una de esas historias es la de Alma Torres, mi vecina ejemplar de 77 años, quien me demostró con sus acciones lo que Daniel Gilbert -conocido psicólogo de la universidad de Harvard- afirma en relación a la resiliencia.
Él dice que las personas tenemos una enorme capacidad para sobreponernos a los sucesos traumáticos.

Gilbert menciona que en realidad los seres humanos estamos “cableados” para asimilar y superar eventos traumáticos, más fácil de lo que creemos.

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Esto no tiene que ver con “hacernos los fuertes” ante la adversidad. Al contrario, se trata de reconocer nuestra vulnerabilidad y echar mano de las redes de apoyo con las que contamos. En otras palabras: pedir ayuda. Pedir ayuda es un signo de fortaleza.

El caso de Alma es un ejemplo de fortalezas puestas en acción. Ella me comentó que enviudó hace 24 años y una de las enseñanzas de su esposo fue la cultura de la prevención. Ya viuda, tomó una decisión que en su momento consideró poco relevante, pero lo hizo por hacer caso a los consejos que su marido.

Decidió contratar un seguro para su departamento, y jamás creyó que esa acción pudiera cambiar su destino de una forma tan contundente.

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En el momento del sismo, Alma se encontraba en la cocina de su departamento. El daño a su inmueble fue tan inmediato que apenas pudo salir de él, ya que la puerta se atoró y tuvo que hacer un enorme esfuerzo para comprimir su cuerpo y salir por una escasa ranura que quedó en el marco de la misma.

El edificio no se derrumbó en el momento, pero sí fue pérdida total y hace unos meses tuvieron que demolerlo.

Ha sido un año muy difícil para ella y confiesa que lo que le ha dado fuerzas para luchar es el apoyo que ha recibido de sus vecinos y amigos. “Tuve que desarrollar humildad para aceptar su ayuda” , confiesa con una sonrisa de orgullo al plantear la humildad como un signo de evolución y grandeza.

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Me parece que algo que Alma ha hecho muy bien es capitalizar su sociabilidad. Es la vecina que da mucho gusto encontrarte porque saluda sonriente y te pone de buenas. Alma siempre ha sido muy popular entre los vecinos por esa actitud positiva.

Ella lleva un año de mucho crecimiento personal y, al haber perdido todo, es asombroso que su recuento de estos 12 meses sea de muchas más cosas positivas que negativas.

Es alguien de la que aprendo mucho:

1. Ejercitar las fortalezas de prudencia y autoregulación. Realizar acciones que prevean mi futuro. Alma es la única persona de su edificio que contaba con un seguro y logró recibir la compensación correspondiente que le ayudó significativamente a rehacer su vida.

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2. Crear una red social fuerte y tener la humildad de pedir ayuda. Alma no tiene presencia en internet, tiene “seguidores reales” que estuvieron para brindarle ayuda cuando lo solicitó. Dicen que no importa qué tan grande es tu red de apoyo sino qué tan profundo te vinculas con ellos. Alma se ha dedicado toda su vida a sembrar relaciones a largo plazo con sus vecinos y este año pudo cosechar aquello que sembró.

Si para estas alturas identificas que no tienes esas virtudes, no te preocupes. La Ciencia de las Fortalezas plantea que las puedes desarrollar. Una estrategia es acercarte a personas que tienen estas cualidades.

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Citando la frase de “Eres el promedio de las 5 personas con las que te juntas”, créeme, las fortalezas se contagian. El claro ejemplo es la influencia del esposo de Alma.

A modo de conclusión en torno a qué hacer y dejar de hacer en tu vida personal con respecto al 19/S, sugiero dejar de argumentar que estamos “demasiado ocupados para tomar acciones preventivas”. Lo que sí hay que hacer es acercarnos a personas que posean fortalezas en torno a la prevención y a la construcción de relaciones para que nos contagien con su ejemplo y nos pongamos en acción.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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