OPINIÓN. Producción petrolera y precios de las gasolinas: mensajes encontrados
Nota del editor: Gabriel Pérez del Peral es investigador de la Escuela de Gobierno y Economía, Universidad Panamericana. Síguelo en Twitter como @gperezdelperal . Las opiniones en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.
(Expansión) – En el marco de la Reforma Energética una parte importante para fortalecer la producción petrolera en nuestro país es la realización de las llamadas Rondas Petroleras. Hasta la fecha se han asignado 110 contratos a través de este mecanismo y su asignación se podrá hacer bajo cualquier de las siguientes tres modalidades: compartir utilidades, compartir producción o también otorgar concesiones.
El equipo de transición en voz del presidente electo Andrés Manuel López Obrador ha dicho que revisará los contratos para asegurar su transparencia. Cabe mencionar que su asignación se ha hecho bajo la más absoluta transparencia, al grado de que los contratos se pueden consultar en internet sin ninguna restricción. Se ha informado que ya se tienen comprometidos 200,000 millones de dólares para los próximos 10 años.
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El objetivo del nuevo gobierno que toma posesión el próximo 1 de diciembre es aumentar la producción a por lo menos a 2.6 millones de barriles diarios a partir de los 1.9 millones que actualmente se producen, esto es un aumento de 36.8%. Para llegar a esta meta, es imperativo que Pemex se asocie con empresas que posean la tecnología necesaria para explorar y explotar el hidrocarburo en aguas profundas del Golfo de México; hoy por hoy la empresa productiva de estado no la tiene y no la va a tener. Por ello es preciso afirmar que no está a la venta, solo las empresas petroleras que la poseen la brindarán previa asociación (en cualquiera de las 3 modalidades mencionadas anteriormente).
Buscar y explotar petróleo en aguas someras en un símil aeronáutico que equivale a pilotear una avioneta; en cambio, explotar el petróleo en aguas profundas es como tripular una nave espacial.
Una vez que el nuevo gobierno le dé viabilidad a la Reforma Energética y empiecen a fluir las inversiones domésticas y del exterior, es muy importante que la inversión que realice Pemex, con la supervisión de la Comisión Reguladora de Energía y de la Secretaría de Energía, se asegure de que va a ser rentable. En efecto, si vemos lo declarado por el equipo de transición del nuevo gobierno, se ha dicho que para fortalecer al sector energético se harán inversiones por 75,000 millones de pesos, unos 4,000 millones de dólares para “perforar pozos y aumentar la producción de crudo” en los estados de Veracruz, Tabasco y Chiapas, tanto en tierra firme como en aguas someras del Golfo de México.
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Cabe recordar que la inversión en Pemex en exploración y producción se incrementó de 2004 a 2014 en 16,000 millones de dólares y pese a esto la “empresa productiva de estado” incrementó su deuda y registró una pérdida de 1 millón de barriles diarios de producción. Por ello es importante no olvidar que no siempre lo más grande es lo más fuerte.
Por lo anterior, el gobierno del presidente electo López Obrador está obligado a echar para adelante la Reforma Energética si quiere llegar a producir los 2.6 millones de barriles al día. Además, el hecho de apegarse a lo ya alcanzado, le permitirá a Pemex obtener utilidades de hasta 80% sin asumir riesgos y permitiendo que empresas petroleras internacionales hagan lo que no puede hacer Pemex, y sin asumir riesgos geológicos y financieros.
Otro de los aspectos que preocupan con relación a la Reforma Energética es la trayectoria que puedan tener los precios de las gasolinas en el país. Nuestro gobierno importa el 75% de las gasolinas que consumimos debido a la insuficiencia de la producción de las refinerías, este importante porcentaje nos hace vulnerables ante los impactos del tipo de cambio y a la alta volatilidad del precio del petróleo.
El equipo de transición del nuevo gobierno ha enviado mensajes encontrados con relación a la política de fijación de los precios de las gasolinas. Por un lado, el próximo jefe de la oficina de la presidencia, el empresario Alfonso Romo, ha afirmado correctamente que no se tocará la política actual de fijación de precios de la gasolina, esto es que seguirá la alineación con los precios del mercado internacional de petróleo, política que a la fecha ha implicado sacrificios en recaudación del IEPS (impuesto especial sobre producción y servicios).
Por otro lado, tanto Gerardo Esquivel, próximo Subsecretario de Egresos, como el mismo presidente electo han afirmado que los precios de la gasolina crecerán conforme a la inflación en el país; es decir, nunca bajarían. Tanto lo afirmado por Alfonso Romo como por López Obrador y Gerardo Esquivel implica que será necesario seguir usando el IEPS como instrumento para suavizar los incrementos en el precio de la gasolina a través de sacrificar recaudación de este importante impuesto.
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Al mismo tiempo, la futura Secretaria de Energía, la señora Rocío Nahle, en Villahermosa, Tabasco, el 21 de septiembre afirmó que “el IEPS de gasolinas seguirá igual, porque si se modifica, los estados petroleros como Tabasco, Veracruz y Campeche perderán presupuesto por menor recaudación”.
Hay estimaciones que indican que podríamos empezar 2019 con un precio del petróleo rondando los 100 dólares el barril, por ello se esperan fuertes presiones en el precio de las gasolinas que importamos. Por lo anterior, en la conformación del paquete económico para el año que entra se deben de dejar a un lado los mensajes encontrados con relación a la política energética y en particular cómo va a quedar la política de fijación de precios de las gasolinas; si se comete un error, el mercado se los cobrará muy caro.
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