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OPINIÓN: La presión está sobre Kim Jong Un tras el fracaso en Vietnam

Si Trump perdiera la reelección, las probabilidades de que Kim normalice relaciones con Estados Unidos se reducirán radicalmente, opina S. Nathan Park.
vie 01 marzo 2019 10:25 AM

Nota del editor: S. Nathan Park es abogado y radica en Washington. Sus comentarios sobre la península de Corea se han publicado en el Wall Street Journal, el Washington Post, el Financial Times, The Atlantic, y Foreign Policy. Las opiniones en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

(CNN) — Previo a la segunda cumbre entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, había signos alentadores. Trump indicó que había hecho un cambio sutil pero importante en su enfoque respecto a la desnuclearización de Corea del Norte ( dijo en repetidas ocasiones que "la velocidad no es importante para mí" y "no tengo prisa").

Esto indicó que Trump finalmente empezó a aceptar lo que la mayoría de los expertos en la no proliferación han estado diciendo todo este tiempo: que la desnuclearización de Corea del Norte será un proceso largo y complejo que podría durar más de una década.

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Las buenas vibras se mantuvieron durante la cumbre, mientras el usualmente hermético Kim mostró indicios de apertura. Kim respondió directamente a las preguntas de los periodistas estadounidenses y dijo que si no estuviera dispuesto a desnuclearizarse , "no estaría aquí ahora". Parecía que la declaración de paz era una verdadera posibilidad, así que Estados Unidos y Corea del Norte emprenderían el camino para poner fin de una vez por todas a la Guerra de Corea, que está a punto de entrar en la séptima década.

Entonces, de repente, todo se fue a pique. El segundo día de la cumbre se recortó y ambos líderes se fueron con las manos vacías. Aunque el no haber logrado llegar a un acuerdo hace quedar mal tanto a Trump como a Kim, las implicaciones del fracaso son más graves para el líder norcoreano.

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Corea del Norte y Estados Unidos ofrecieron relatos contradictorios sobre el fracaso de las pláticas. En la conferencia de prensa posterior a la reunión, Trump afirmó que "básicamente, ellos [Corea del Norte] querían que se levantaran las sanciones en su totalidad" a cambio de desmantelar el sitio de enriquecimiento de Yongbyon, una de las partes centrales del programa nuclear de Corea del Norte.

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El canciller norcoreano, Ri Yong Ho, respondió con su propia conferencia de prensa. Dijo que Corea del Norte había ofrecido "una propuesta realista" : el desmantelamiento verificado de Yongbyon a cambio del "levantamiento parcial" de cinco de las once sanciones que impuso la ONU, en "ámbitos que dificultan la economía civil y la vida del pueblo". Ri señaló, además , que "durante la reunión, Estados Unidos insistió en que tomáramos un paso adicional al desmantelamiento de las instalaciones nucleares de la zona de Yongbyon. Por lo tanto, quedó muy claro que Estados Unidos no estaba listo para aceptar nuestra propuesta".

La diferencia entre ambas versiones podría ser menos de lo que se ve a simple vista. Aunque las sanciones de la ONU que Corea del Norte quería que se levantaran no sean todas las sanciones, abarcan una gama considerable de actividades económicas, entre ellas la importación de petróleo . Aunque Corea del Norte calificó su solicitud como un levantamiento de sanciones en "ámbitos que dificultan la vida del pueblo", bien pudo haber bastado para que Trump, quien no es famoso por ser preciso al hablar, percibiera que la solicitud era, "básicamente", el levantamiento de las sanciones "en su totalidad".

También llama la atención que Trump haya dicho en su conferencia de prensa que "presentamos muchos, muchos puntos que creo que les sorprendió que supiéramos" y se refirió a otro sitio de enriquecimiento de combustible nuclear en Corea del Norte, además del de Yongbyon. Esto podría estar relacionado con "la medida adicional" que a Corea del Norte no le gustó y que llevó a la cumbre a un callejón sin salida.

Sin importar qué haya pasado tras puertas cerradas, el no haber llegado a un acuerdo en Hanói pone más presión sobre Kim Jong Un, quien tendrá que hacer más porque la confluencia inusual de acontecimientos mundiales que le ayudó a llegar tan lejos podría no durar mucho más. Pese a su discurso beligerante de "fuego y furia", Trump y su acercamiento poco convencional a la diplomacia eran la mejor oportunidad que Corea del Norte tenía de ganar cualquier concesión de parte de Estados Unidos.

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En vista del testimonio explosivo que rindió el exabogado personal de Trump, Michael Cohen, en el que detalló la presunta larga carrera delictiva de Trump (cosa que Trump niega tajantemente), es probable que Trump tenga menos tiempo para centrarse en los avances de Kim porque tendrá que prepararse para algunas batallas políticas desagradables y una campaña por la reelección.

Si Trump perdiera la reelección, las probabilidades de que Kim normalice relaciones con Estados Unidos se reducirán radicalmente, ya que los demócratas prominentes han dudado de los intentos de Trump y el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, por crear un régimen de paz en la península de Corea. En una reunión con los legisladores surcoreanos, en febrero, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, expresó abiertamente sus dudas sobre el proceso de paz y dijo que el objetivo de Corea del Norte no era desnuclearizarse, sino debilitar la capacidad de reacción militar de Corea del Sur.

Chris Murphy, senador por Connecticut usualmente liberal, dijo que un tratado de paz con Corea del Norte sería una "catástrofe" a menos que Corea del Norte se desnuclearice totalmente. Aunque es probable que Moon vuelva a intervenir como mediador ( cosa que Trump le pidió después de la cumbre ), algunos funcionarios surcoreanos con los que he hablado han manifestado en privado que les frustra que Corea del Norte no esté haciendo suficiente para que la diplomacia avance.

Aunque la ventana de oportunidad de Kim podría estar cerrándose rápidamente, sigue abierta. En la conferencia de prensa, tanto Trump como su secretario de Estado, Mike Pompeo, dijeron que Estados Unidos y Corea del Norte lograron avances y que esperaban que haya más negociaciones.

Trump también indicó que Estados Unidos no aumentaría las sanciones, con lo que esencialmente se mantiene el statu quo de congelamiento por congelamiento: Estados Unidos no aplica más sanciones y mantiene las restricciones a los ensayos militares con Corea del Sur (como se acordó en la cumbre de Singapur, en junio de 2018), y Corea del Norte no hace pruebas de armas nucleares ni de misiles.

En vista de esto, lo que Corea del Norte haga en las próximas semanas será esencial. Lo peor que Kim puede hacer es retomar su viejo hábito de llamar la atención de Estados Unidos reanudando las pruebas nucleares o de misiles. Podría distraerse y dejar que este momento se pierda, lo que metería a Corea del Norte aún más en el purgatorio de las sanciones y el aislamiento.

Pero Kim también podría tomar medidas audaces y proactivas —la clase de medidas que Trump y Moon han tomado hasta ahora— para demostrar su buena fe y revivir el impulso diplomático. Kim ha declarado muchas veces que quiere que Corea del Norte se desarrolle y que su pueblo tenga una vida mejor. Este es el momento de que demuestre que hablaba en serio.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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