OPINIÓN: El pacto de China con EU para no usar la devaluación monetaria

Nota del editor: Francisco Coll Morales es Director de Desarrollo Global y Alianzas Estratégicas de HAC L&M School. Economista y Analista económico para el Foro Económico Mundial, Forbes, Huffpost, Economipedia, entre otros. Analista de Mercados en el NASDAQ en Nueva York. Top 10 Blogger mas influyentes en “Economía y Negocios” de España por el periódico 20Minutos. Las opiniones en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

(Expansión) - La guerra comercial entre Estados Unidos y China parece que ya muestra signos de debilitamiento. Las negociaciones entre Beijing y Washington avanzan hacia la cordialidad y la cooperación. Aunque aún queden puntos por tratar, ya se están logrando nexos comunes, actuando como vías de entendimiento para poner fin a uno de los mayores ralentizadores de la desaceleración económica.

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Las tensiones proteccionistas entre las dos principales economías del mundo han dañado mucho una economía que vemos cómo muestra, de forma general, unos evidentes signos de debilitamiento y desaceleración. Según las previsiones que mostraba el Fondo Monetario Internacional en el informe WEO de enero de 2019, los ritmos de crecimiento previstos para el PIB mundial sufrirían una corrección de -0,02%.

Como hemos dicho, uno de los detonantes principales de este nuevo reajuste para una economía que esperaba, a priori, crecer a ritmos del 4%, ha sido los rumores de guerra comercial entre ambas economías. Esto ha ido castigando una economía en la que parte de su crecimiento económico, proviene, de forma directa, de uno de los mayores motores de crecimiento de la economía, el comercio global.

Un comercio global del que, a su vez, dependen muchos países y economías emergentes. Por participación de los grandes bloques económicos en el PIB Mundial, el 60% del total lo conforman las economías emergentes. Con un 80% sobre el total del aporte al PIB Mundial, las economías emergentes representan uno de los mayores pesos en la economía global y un impacto negativo en las exportaciones podría mermar su crecimiento.

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Por suerte para muchos países, Estados Unidos y China ya negocian una tregua comercial y que, de materializarse, dotará al comercio global de esa estabilidad necesaria para continuar con un crecimiento sólido y estable de las economías. Para ello, ambos países han comenzado sus negociaciones, estableciendo un acuerdo que excluya el uso de las políticas monetarias para devaluar las divisas.

Para China, el uso de una política de aumento en la masa monetaria para conseguir, de ese modo, una devaluación de la misma y una mayor competitividad en el mercado global era uno de los aspectos que mas molestaba al presidente Donald Trump. Un punto que ha remarcado en el nuevo tratado y que prohibirá el uso y la aplicación de estas políticas, siendo el mercado el que controle los tipos de cambio.

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De ese modo, ambas divisas competirán en un mercado libre y competitivo, prohibiendo al gobierno chino el uso de estas políticas de carácter expansivo con fines desleales. China, por su parte, ya se ha comprometido a no utilizar el tipo de cambio monetario como herramienta para aumentar la producción o resolver las posibles fricciones comerciales.

Todo esto, como hemos dicho, después de que el presidente Donald Trump acusara a Beijing y Moscú de jugar el juego de la devaluación de divisas para aumentar las exportaciones y controlar el mercado mundial. Por ello, China ha mostrado nuevamente su intención de pactar con Washington, comprometiéndose a competir en el mercado de manera leal.

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En definitiva, aunque China esté situando el foco en nuevas rutas y destinos comerciales, el acuerdo con Estados Unidos sigue siendo la máxima prioridad, y dotar de facilidades a Washington para la materialización de dicho acuerdo entra dentro de los planes del gobierno Chino. Las negociaciones toman un nuevo rumbo y el pacto entre ambos países es cada vez más inminente.

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