OPINIÓN: Una buena señal, pero se tiene que ir más a fondo para rescatar a Pemex
Nota del editor: Jorge Sánchez Tello es Director del Programa de Investigación Aplicada de la Fundación de Estudios Financieros – FUNDEF A.C. Centro de Investigación Independiente con sede en el ITAM. Las opiniones de este artículo son responsabilidad única del autor.
(Expansión) - El presidente Andrés Manuel López Obrador ha firmado un decreto y un acuerdo con HSBC, JP Morgan y Mizuho Securities para refinanciar deuda por 2,500 millones de dólares (mdd) y renovar dos líneas de crédito revolvente por 5,500 mdd, en total son 8,000 mdd, que es el mayor crédito otorgado a una petrolera en América Latina.
Este dinero será utilizado para el manejo de capital de trabajo y liquidez, ya que no es para financiamiento de largo plazo. Sin embargo, lo importante de este anuncio es que existe confianza por parte de algunas instituciones financieras internacionales de que puede hacer frente a sus obligaciones de deuda.
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Ahora bien, este mensaje no soluciona de forma inmediata las crisis que atraviesan las finanzas de Pemex, porque tiene una deuda total por 104,000 mdd al 31 de diciembre 2018. Pero hay que reconocer, es una buena señal hacia Pemex.
Además, se le va a reducir a Pemex el pago de Derechos de Utilidad Compartida de hasta 400,000 barriles de crudo diarios, como un primer paso para bajarle la carga fiscal.
Estas dos medidas que hoy se han anunciado son buenas, pero se tiene que ir más a fondo para rescatar a Pemex. Es necesario conocer realmente el plan de negocios que tiene esta empresa productiva del Estado para saber cuál es el panorama para los próximos años.
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Algo que falta por anunciar son las medidas para hacer más transparentes las finanzas de Pemex. Por ejemplo, después de sanear sus finanzas, una forma para evitar la corrupción sería que cotice en el mercado de valores porque de este modo se les obligaría a tener finanzas en orden y cuentas claras hacia cualquier persona e inversionista que quiera conocer su verdadera situación financiera.
Otro de las grandes pendientes que tiene Pemex es su pasivo laboral, que es de más de 1.2 billones de pesos, el pasivo pensionario alrededor de 1.7 billones de pesos. Aunque la empresa sea muy prometedora, tiene los ingresos comprometidos para pagar deuda, lo que la limita para hacer planes estratégicos de crecimiento. Algo se tiene que hacer con el pasivo porque seguirá siendo un lastre los próximos años.
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En resumen, la confianza que han mostrado algunas instituciones financieras sobre Pemex para refinanciar una parte de su deuda, es el equivalente a la persona que saca una nueva tarjeta de crédito para refinanciar las otras que tiene. Así que deberá tener prudencia en este manejo.
Hay que aceptar es una buena señal de confianza, pero no suficiente para sanear a Pemex de sus problemas financieros. Se necesitan medidas más contundentes para poder darle estabilidad financiera en los próximos años, sobre todo porque hasta la fecha el gobierno no ha presentado un plan de negocios claro.
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