Esto nos indica que la economía interna se frena, sin embargo, también hay desaceleración en sectores como las manufacturas: entre 2013 y 2018 las industrias crecieron al 2.3% anual, pero hoy se encuentran cercanas al 0%. Parece ser que los sectores que mantenían un crecimiento, bajo pero constante, se están desacelerando.
Más aún, de acuerdo con datos del Indicador Trimestral de la Actividad Económica Estatal (ITAEE) y del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), es posible encontrar que a nivel estatal el estancamiento o desaceleración económica sucede en lugares que concentran buena parte de las personas en mayores condiciones de vulnerabilidad ante una recesión.
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Siete estados, que concentran al 42% de las personas en pobreza extrema, registran tasas de crecimiento por debajo del -1%. Además, en promedio de los primeros dos trimestres de 2019, 13 estados se encuentran por debajo del 0% en crecimiento económico y acumulan al 64% de los pobres del país.
En lo que va del año, en promedio, Chiapas se ha contraído un 3% y concentra al 17% de las personas en pobreza en México. De manera similar, Oaxaca y el Estado de México se contraen un 2% y entre sus habitantes se encuentran el 20% de los pobres.
La economía mexicana camina a tres ritmos muy distintos. El primero empujado por un motor totalmente averiado que necesita reformas importantes para detonar la inversión y la productividad. Los otros dos hasta hace algunos años funcionaban medianamente bien y hoy parecen estar en riesgo de perder dinamismo.
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