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La tensa calma en el Golfo Pérsico

Tras el mensaje del presidente Trump, persisten riesgos como que Irán podría continuar generando combustible para armas nucleares, dice Marco A. Morales.
mié 08 enero 2020 01:58 PM
Donald Trump
Ningún presidente estadounidense en tiempo de guerra ha perdido la reelección, dice Marco A. Morales.

(Expansión) - Hace unas horas, el Presidente Trump hizo una declaración pública para anunciar que el reciente ataque iraní a bases estadounidenses en Irak no tuvo bajas militares, y que se impondrán sanciones económicas adicionales a Irán.

¿Dónde se origina el conflicto?

Luego de una larguísima negociación, Irán y el P5+1 (Alemania, China, Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Rusia) firmaron en 2015 el Plan de Acción Integral Conjunta (PAIC) que limitaría la actividad nuclear de Irán a cambio del levantamiento progresivo de sanciones económicas. Esta reducción en actividad nuclear supervisada por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), reduciría la posibilidad de que Irán desarrollase armas nucleares.

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La tensión entre Estados Unidos e Irán comenzó a crecer desde que la administración Trump anunció que Estados Unidos salía del acuerdo en mayo de 2018 . La tensión, sin embargo, empezó a salir de control durante las últimas semanas .

El punto de quiebre llegó este fin de semana cuando un ataque estadunidense eliminó al General Qasem Soleimani, comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardias Revolucionarias Islámicas. Contrario a su modo tradicional de operación, la respuesta de Irán fue una demostración abierta de fuerza bombardeando un par de bases militares estadunidenses en Irak.

¿Por qué es importante Irán?

Primero, por el riesgo nuclear que implica. Junto con Corea del Norte, Irán es el otro país sujeto a sanciones en el Consejo de Seguridad de la ONU por realizar actividades para desarrollar armas nucleares.

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Segundo, por su importancia geopolítica en el Golfo Pérsico. Después de la guerra Irán-Irak en los 80s, una pieza central de la política exterior iraní ha sido respaldar a grupos que desestabilicen la región como forma de protección contra sus enemigos. Grupos en Irak para mantenerlo dividido y evitar una segunda guerra, con el beneficio adicional de afectar a Estados Unidos. Grupos en Líbano y Gaza para desestabilizar Israel afectando a Estados Unidos.

¿Cuáles son los riesgos reales que aún persisten?

Primero, con respecto al desarrollo de armas nucleares en Irán. La diplomacia iraní es altamente sofisticada, especialmente porque entiende el valor del cobijo que otorga operar en zonas grises.

Por un lado, Irán anunció el domingo pasado que saldría del PAIC. Salir del Plan implica que Irán podría continuar enriqueciendo uranio hasta llegar al grado de pureza necesario para servir como combustible en armas nucleares. Cabe recordar que Irán estaba a dos o tres meses de tener suficiente uranio enriquecido para un arma nuclear (breakout time) antes de firmar el PAIC. El reloj vuelve virtualmente a ese momento.

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Sin embargo, Irán anunció también que – a diferencia de Corea del Norte en su momento – permanecería dentro del Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares Nuclear y mantendrá cooperación con los inspectores del OIEA. En otras palabras, continuará enriqueciendo uranio mientras el OIEA no pueda probar que ha pasado niveles aceptables. Esta zona gris es una provocación permanente a Estados Unidos.

Segundo, el contexto de la elección presidencial en Estados Unidos. Para nadie es un secreto que un presidente estadounidense en guerra aumenta su respaldo en la opinión publica. Posiblemente eso explique que ningún presidente estadounidense en tiempo de guerra ha perdido la reelección. La tentación de mantener un conflicto, pues, es alta.

Este presidente, además, enfrentará un juicio de destitución (impeachment) durante la campaña electoral que empieza en un par de semanas. Un conflicto armado otorga un argumento político pesadísimo que puede resonar con los votantes: es muy peligroso cambiar de comandante supremo de las fuerzas armadas a la mitad de un conflicto armado.

¿Qué significa el anuncio del Presidente Trump?

Por lo pronto, que no hay escalada en hostilidades… hasta que las vuelva a haber. El ataque iraní envía un mensaje clarísimo: las decenas de miles de tropas estadunidenses en el Golfo y los aliados estadunidenses (léase Israel) están al alcance de las capacidades militares de Irán. No hay que descartar.

Por otro lado, no hay que olvidar que el incremento de sanciones económicas a Irán es, simplemente, el regreso a la estrategia de “presión máxima” que originó la escalada en la confrontación, en primer lugar.

Nota del editor: Marco A. Morales es Investigador Afiliado al Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM). Las opiniones expresadas en esta columna son exclusivas del autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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