La fuerte caída en la PEA refleja el hecho de que, en el cuarto mes del año, 12.5 millones de personas salieron de la población ocupada, es decir, perdieron su trabajo y una fuente importante de ingresos; sin embargo, la mayor parte de las personas que salieron de la población ocupada no pasaron a la población desocupada (aquellos que no tienen trabajo pero están buscando de manera activa y pertenecen a la Población Económicamente Activa), sino que al perder o salir de su trabajo han dejado de buscar uno nuevo por el momento y se encuentran, por lo tanto, en la Población No Económicamente Activa (PNEA).
Vale la pena señalar que, aunque la PNEA incrementó en 11.5 millones de personas, este incremento se debió principalmente al aumento de la PNEA que está disponible para trabajar, que incrementó en 14.1 millones de personas. Así, al cierre del mes de abril, hay 20 millones de personas que no están en la Población Económicamente Activa, pero que están disponibles y dispuestas a trabajar y, aunque podrían tener la necesidad de un trabajo nuevo, no lo están buscando.
Parte de la razón para el incremento en la población no económicamente activa pero disponible para trabajar se debe a que 11.3 millones de personas se encuentran ausentes de un trabajo que tenían y que perdieron, ya sea temporal o permanentemente, a raíz de la pandemia.
Estas personas, aunque tienen deseo de trabajar, se enfrentan a dificultades para incorporarse al mercado laboral en la actualidad, debido a expectativas de que pocas empresas están contratando empleados en medio de la crisis económica que atraviesa el país o en respuesta a las medidas de contingencia implementadas para evitar mayores contagios de covid-19.
¿Buscas trabajo? Estos son los empleos con más vacantes durante la pandemia