El crecimiento en las importaciones – de +4.7% al comparar con mayo – muestra una mejora en el poder de compra de la población del país, debido a una reactivación gradual de las actividades y un incremento en los ingresos después de las fuertes caídas observadas al inicio de la pandemia.
Por su parte, el crecimiento de las exportaciones – de +9.4% respecto a mayo – muestra una reactivación de las actividades productivas y manufactureras del país. Ambas tienen implicaciones para México, ya que suponen un incremento en la demanda por bienes producidos en México, tanto para consumo final en Estados Unidos como insumos intermedios para la producción de bienes exportados.
Lo anterior queda claro al observar el desempeño de las exportaciones de México dirigidas a Estados Unidos: aunque siguen estando (-)15.3% por debajo de lo registrado en junio 2019, incrementaron 72.9% respecto al nivel de mayo 2020, el primer crecimiento mensual en lo que va de la pandemia.
Así, en junio, los productos mexicanos aportaron 14.4% del total de las importaciones hechas por Estados Unidos. Aunque representa una recuperación respecto al mes anterior – en mayo, los productos mexicanos representaron sólo 9.1% del total de las importaciones hechas por Estados Unidos –, contrasta con el desempeño de otros países.
En particular, las exportaciones hechas por China hacia Estados Unidos incrementaron por tercer mes consecutivo, y aportaron 20.9% del total de las importaciones hechas por el país, una cifra significativamente mayor a la observada a inicios de año: en el primer trimestre de 2020, México aportó 15.4% del total de importaciones y China aportó 13.3%.