La otra cara de las elecciones en EU

Analizar las elecciones legislativas permite esclarecer las tendencias que enfrentan los candidatos presidenciales y, con ello, el panorama de su triunfo eventual, considera Antonio Michel.

(Expansión) – Respecto de las elecciones de 2020 en Estados Unidos, los medios de comunicación, las redes sociales y las preocupaciones de la comunidad internacional se han concentrado mayoritariamente en la carrera por la presidencia. Cada acción o evento inesperado acaparan la atención: desde una publicación en Twitter hasta el estado de salud del presidente Donald Trump.

Definitivamente, la coyuntura por la pandemia de la COVID-19, la polarización política, el voto por correo y, sobre todo, lo que está en juego, han dotado de mucha especulación e incertidumbre.

Las encuestas señalan que Joe Biden lleva una delantera considerable a unas semanas del 3 de noviembre. Por otro lado, Donald Trump nos demostró en 2016 que estas tendencias no necesariamente reflejan la realidad, por lo que no puede descartarse.

Sin importar quién gane, la incertidumbre no termina allí, pues su proyección dependerá también de los resultados de la otra cara de las elecciones: el Congreso. Hay varios escenarios que no debemos dejar de lado.

El triunfo eventual de Biden se encontraría ante una bifurcación. Por un lado, el Senado permanece dominado por el partido Republicano, lo cual limitaría el margen de acción del presidente. En el otro, los Demócratas obtendrían la mayoría en esa Cámara, lo cual facilitaría el camino para tomar decisiones y generar a políticas públicas alineadas a la campaña de este candidato presidencial: incrementar aumentos en la población rica, expandir el acceso a los servicios de salud y combatir el cambio climático.

A la inversa, si Trump es reelegido con un Senado mayoritariamente republicano, continuará con un poder amplio y podrá tomar decisiones más arbitrariamente si cuenta con el respaldo de su partido en la Cámara Alta.

En caso de ganar la presidencial y perder el Senado, su poder será limitado, por lo que la narrativa se basaría en culpar a los Demócratas por cualquier bloqueo de sus acciones. También se modifica cada uno de ellos al tomar en cuenta las posibilidades respecto de la Cámara de Representantes.

Analizar las elecciones legislativas permite esclarecer las tendencias que enfrentan los candidatos presidenciales y, con ello, el panorama de su triunfo eventual.

Los Republicanos cuentan con 53 y los Demócratas con 47 de los 100 asientos del Senado. En caso de ganar Biden, los Demócratas sólo necesitan recuperar tres, ya que la vicepresidenta desempataría las decisiones. En caso de ganar Trump, necesitarían ganar cuatro para obtener la mayoría.

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La última vez que los Demócratas ganaron más de dos curules fue en 2008, cuando el triunfo de Barack Obama estuvo acompañado por el de cinco senadores de ese partido. En 2020 hay 35 senadurías en juego, 12 demócratas y 23 republicanas. Hay una alta probabilidad de que los Demócratas conserven al menos 10 de las suyas, aunque parece que el Sen. Doug Jones de Alabama perderá ante el republicano Tommy Tubberville.

En cuanto a los Republicanos, 10 seguramente permanecerán de su lado, junto con cuatro que se inclinan hacia ese polo. No obstante, hay candidatos demócratas como Mark Kelly de Arizona y John Hickenlooper de Colorado que probablemente arrebaten dos de los republicanos. La senaduría de Iowa, en particular, muestra un puntaje muy cerrado entre la actual Senadora Joni Ernst (R) y la empresaria Theresa Greenfield (D), quien recibe un margen ligeramente favorable en las encuestas.

Hay aproximadamente siete que serán muy competidas y cuyo resultado es difícil de predecir. Los Demócratas podrían sorprender, pero las especulaciones favorecen a los Republicanos. Si Biden gana el voto popular con más de 7 puntos porcentuales, es altamente probable que su partido se apodere de la mayoría en el Senado.

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Respecto de la Cámara de Representantes, actualmente los demócratas cuentan con 232 lugares y los Republicanos con 198. Éstos necesitarían ganar 18 escaños para recuperar la mayoría. Hay 25 asientos de representantes que estarán muy reñidos, algunos de ellos clave para las presidenciales, como Iowa y Arizona. Las encuestas y análisis señalan que las tendencias se mantendrán y que los Demócratas conservarán la mayoría.

Cabe resaltar que la Cámara de Representantes no suele presenciar giros abruptos de partido al mando. En los 12 procesos electorales más recientes ningún partido ha ganado más de 30 escaños.

La predictibilidad ha perdido su eficacia y fuerza en 2020. Es cierto, la sociedad estadounidense valora las instituciones y el equilibrio de los tres poderes. No obstante, recientemente ha sido notoria la discordia ideológica entre grupos de la sociedad y los mismos partidos.

Un cambio pequeño a nivel distrital puede tener repercusiones federales en ambos poderes. A su vez, el color de las Cámaras impacta hasta en otros poderes, como se ha visto recientemente en la velocidad de la nominación y confirmación eventual de la jueza Amy Coney Barret, lo cual hubiera sido imposible sin una mayoría republicana en el Senado.

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De hecho, cuando en 2016 falleció el juez Antonin Scalia, Obama no pudo nombrar a su reemplazo al toparse con pared con un Senado liderado por el Senador republicano Mitch McConnell. Es sumamente importante seguir de cerca la elección presidencial, pero la contundencia del resultado dependerá también del eco legislativo.

Más allá de los asientos en contienda, el futuro democrático, la tendencia ideológica y el rumbo de la política estadounidense están en juego. Hay que tener presente ambas caras de esta moneda, pues ambas tienen peso en el azar del resultado.

Nota del editor: Antonio Michel estudió Relaciones Internacionales en el ITAM, donde es profesor, y tiene una Maestría en Administración Pública por la Universidad de Maxwell. Trabajó casi 7 años en la Administración Pública Federal, en las secretarías de Relaciones Exteriores, Desarrollo Social, Energía y Gobernación. Su pasión son los asuntos internacionales, los asuntos políticos y la administración pública. Síguelo en Twitter y en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

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