Trump dice que "aprendió mucho sobre COVID" y hace breve paseo en auto
La caída económica más grande en 100 años y cerca de 30 millones de personas en desempleo (septiembre 2020) no pueden acompañarse de un discurso que desalienta las medidas de prevención e ignora la seriedad con la que debe tratarse. Se especula que el evento público para la nominación de la juez Amy Coney Barret al asiento vacío de la Corte, fue donde Trump y los demás se contagiaron, al no usar mascarillas y tener contacto físico.
Mientras estuvo en el hospital, salió en vehículo a saludar a algunos simpatizantes, sin importarle la salud del personal que lo acompañó ni el mensaje irresponsable que propagó. En cuanto salió del hospital el 5 de octubre, desde Twitter señaló que se siente mejor que nunca y que la gente no debe temer a la COVID-19. Incluso, celebró que bajo su gestión se han desarrollado drogas y conocimientos maravillosos, en desconsideración a los cientos de miles de ciudadanos que no han podido combatir la enfermedad. Muchos votantes indecisos podrían inclinarse hacia Biden ante la frivolidad y las contradicciones de Trump.
Al colocar los elementos en la balanza, la sorpresa de octubre desconcierta las predicciones de las elecciones. Por un lado, Biden necesita consolidar ese margen positivo nacional y en estados clave. No debe confiarse ante la salud y la incongruencia de su rival, ya que éste encontrará la manera de darle un giro narrativo para obtener el máximo provecho de esta situación.
Trump no cederá ni se rendirá. Su propósito será el mismo: apelar a su base, acaparar la atención mediática por su salud, mantener la actitud que lo ha caracterizado y acusar al sistema electoral y a los demócratas de fraude ante cualquier resultado o incidente que no le favorezcan. Por lo tanto, la predicción es confusa.
Es sencillo sentir repele ante la conducta de Trump en el debate y en su enfermedad, pero ¿qué tan convincente ha sido la actuación de Biden en ambas situaciones? Es fácil leer la ironía de la llegada de COVID-19 a la Casa Blanca, pero ¿qué tanto afecta a aquellos que nunca han creído en sus estragos si su presidente los minimiza? La ausencia de respuestas a estas preguntas señala que la sorpresa de octubre favorece al ganador actual de esta contienda: la incertidumbre.
Nota del editor: Antonio Michel estudió Relaciones Internacionales en el ITAM, donde es profesor, y tiene una Maestría en Administración Pública por la Universidad de Maxwell. Trabajó casi 7 años en la Administración Pública Federal, en las secretarías de Relaciones Exteriores, Desarrollo Social, Energía y Gobernación. Su pasión son los asuntos internacionales, los asuntos políticos y la administración pública. Síguelo en Twitter y en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.
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