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Hacia una genuina cultura de inclusión en las empresas

Las empresas juegan un papel clave en los procesos de inclusión de las comunidades en las que operan y pueden generar importantes cambios culturales.
mar 27 julio 2021 12:09 PM

Cualquier cambio de cultura toma tiempo y requiere compromiso. Las empresas juegan un papel clave en los procesos de inclusión de las comunidades en las que operan y, a través de iniciativas y estrategias congruentes con sus respectivos valores y prácticas, pueden generar importantes cambios culturales hacia entornos genuinamente inclusivos.

Recientemente, Mercer compartió su Sondeo de Prioridades 2021 Diversidad, Equidad e Inclusión en México , cuyos resultados indican que las prioridades para las empresas en la materia comprenden: equidad de género, generaciones, discapacidad, LGBTIQ+, y raza y etnicidad. Si bien es importante hacer visibles las acciones de las empresas, esto no es suficiente si no hay un plan de trabajo real.

Un entorno de negocios sano depende de la medida en que las organizaciones garanticen los derechos de su fuerza de trabajo y la igualdad de oportunidades para todos. Esto, además, es una enorme fortaleza para su competitividad.

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Cuando se fomenta una verdadera cultura de inclusión en el lugar de trabajo, la diversidad se vuelve parte integral de la estrategia de negocio. Se ha comprobado, por ejemplo, que las empresas con prácticas de talento inclusivo en la contratación, la promoción, el desarrollo, el liderazgo y la gestión de equipos generan hasta un 30% más de ingresos por empleado y una mayor rentabilidad ( Deloitte, 2017 ).

La ruta hacia la verdadera inclusión

Para impulsar el cambio, es necesario abordar la inclusión de manera integral: desde el lugar de trabajo hasta el talento y el mercado en el que operan las empresas. En el Comité de Diversidad e Inclusión de American Chamber/Mexico, consideramos cuatro pilares primordiales:

1. Liderazgo. Todos en la organización podemos ser agentes de cambio y asumir el liderazgo para promover la inclusión. Sin embargo, es clave que el C-Suite esté comprometido con la causa. Como líderes es importante: partir de un interés genuino por el bienestar y desarrollo de los colaboradores; identificar y actuar ante sesgos y privilegios; y permitir y fomentar las contribuciones del equipo, entre otros.

2. Facilities. Los espacios deben ser accesibles y utilizables para todos, con adaptaciones para las necesidades diversas de personas con discapacidad, madres lactantes y adultos mayores, entre otros. Además, las instalaciones deben favorecer la interacción y colaboración del equipo.

Frente al contexto de la pandemia, si los colaboradores están trabajando desde casa, es vital informarnos y procurar que tengan acceso a las herramientas adecuadas para realizar su trabajo, protegiendo su bienestar.

3. Comunicación. Nuestros códigos y políticas de ética empresarial deben estar alineados con la prohibición de la discriminación en todos sus ámbitos (por motivos de género, raza, nacionalidad, orientación sexual, entre otros). Asimismo, se deben crear campañas internas y externas que nos permitan sensibilizar y visibilizar estas mejores prácticas.

4. Reclutamiento, políticas y planes de sensibilización. Podemos partir de realizar una estrategia de reclutamiento inclusiva, para no sesgar la información. Esto incluye no solicitar fotografía en el CV ni hacer preguntas relacionadas a etnias, religión, orientación sexual ni género.

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Además de las políticas de no discriminación, se deben desarrollar planes y políticas que contemplen en términos equitativos el acceso a beneficios y prestaciones; realizar capacitaciones y talleres de sensibilización sobre privilegios, sesgos inconscientes, lenguaje inclusivo, entre otros.

Las empresas están incorporando cada vez más iniciativas para contribuir a reducir las distintas brechas y desigualdades. Sin embargo, todavía queda un largo camino para entender el valor de la diversidad y la inclusión como detonadores de competitividad, crecimiento y atracción de talento.

Para consultar más información sobre las recomendaciones de AmCham para generar ambientes de trabajo más inclusivos, visita nuestro Toolkit “Be the Bridge”, para fomentar una cultura de inclusión en las empresas .

Nota del editor: Pablo Habichayn es Vicepresidente del Comité de Diversidad e Inclusión de American Chamber of Commerce of Mexico y Director de Recursos Humanos de Edenred.

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