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Las habilidades socioemocionales en la educación

Se hace evidente la importancia de desarrollar habilidades que nos continúen preparando para enfrentar nuevos retos, ya sea en el trabajo y en general en nuestro día a día, señala Catalina Roldán.
mar 07 diciembre 2021 07:59 AM
Las habilidades socioemocionales en la educación
Son todavía pocas las instituciones académicas que se ocupan en el desarrollo de las habilidades socioemocionales (HSE) tanto de alumnos como de docentes, señala Catalina Roldán.

(Expansión) - En los últimos meses hemos vivido uno de los cambios más significativos e importantes de los últimos años como humanidad. Hemos logrado grandes avances en diversos temas que hoy más que nunca han tomado una mayor relevancia como son los relacionados a las tecnologías de la información, inclusión, los laborales y de educación, salud, entre otros.

Pero, por supuesto, por encima de cada uno de estos temas se encuentra, como lo que debería de ser considerado más relevante a la par de la salud, el desarrollo personal que ante estos acontecimientos y avances cada uno de nosotros está obteniendo. Y es aquí donde las habilidades socioemocionales (HSE) juegan un importante papel. Permíteme explicarme, querido lector.

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Las HSE son las que ayudan a las personas a identificar y manejar sus propias emociones y las de los demás, tales como el compromiso, empatía o la habilidad para trabajar en equipo, siempre han sido fundamentales en el desarrollo de las personas.

Hoy, gracias a los cambios y avances drásticos que he mencionado y que, muy probablemente seguiremos presenciando, desde diferentes ámbitos, se hace más evidente la importancia de desarrollar estas habilidades que nos continúen preparando para enfrentar nuevos retos, ya sea en el trabajo (presencial, a distancia o híbrido) y en general en nuestro día a día.

Existen diversas clasificaciones de HSE y esto mismo es lo que dificulta tener un marco común que las defina claramente y, más aún, saber con exactitud cómo desarrollarlas. Y si a esto sumamos que, para desarrollar estas habilidades existe una infinidad de cursos, talleres y libros de los que no es sencillo identificar cuál o cuáles son los necesarios y efectivos para cada tipo de persona, más complejo se podría volver su fortalecimiento: Mindfulness para ser más efectivo, Trabajar para ser feliz, Autoliderazgo y gestión de emociones para avanzar en desafíos complejos, por citar algunos ejemplos.

En otras palabras, aunque no imposible, desarrollarlas y cómo hacerlo no es tan sencillo.

Aunque existe conciencia de la importancia de las HSE para tener éxito personal y profesional en el siglo XXI, aún se presentan muchos desafíos en cuanto a la forma de desarrollarlas. Si al contexto académico nos vamos, en el que las HSE juegan un papel importante, la situación se torna un poco más compleja.

Para que un programa de desarrollo de HSE sea exitoso debe medir el nivel de habilidad con el que ya cuenta el individuo (para nuestro caso, el estudiante), pero la mayoría de los métodos de medición se basa en autodiagnósticos que no arrojan resultados confiables y, por otro lado, está comprobado que su desarrollo exitoso está directamente relacionado con las HSE que tienen sus docentes, igualmente de importantes. Son todavía pocas las instituciones académicas que se ocupan en el desarrollo de las HSE de las dos partes.

El marco de referencia estadounidense CASEL (Collaborative for Academic, Social and Emotional Learning), cuyo objetivo es establecer un aprendizaje social y emocional (SEL) de alta calidad, se basa en la evidencia como una parte esencial de la educación.

Esto cobra mucha relevancia cuando está demostrado que las HSE no sólo se desarrollan en el ámbito educativo, sino que inclusive se desarrollan más en otros contextos sociales como la familia, los amigos, el deporte, el trabajo, entre otros.

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Sobra decir que las instituciones académicas deben cambiar y actualizar sus métodos de medición y desarrollo de las habilidades. Deben contar con las herramientas que permitan lograr una medición real de HSE que se refleje en los currículos académicos y que se capacite a los docentes para su propio desarrollo de habilidades con el fin de ayudar a sus estudiantes a mejorar las suyas y a fortalecer sus talentos.

De esta manera se vuelve fundamental llevar un registro o historial de dichas habilidades que a lo largo de la vida se adquieren y que serán clave, no sólo para un buen desempeño académico y laboral, sino más importante aún para una buena formación integral como persona.

Eso sí, aunque todavía de manera incipiente, hay un esfuerzo de los gobiernos y en especial el sector académico de crear mecanismos eficientes que permitan desarrollar las HSE en los niños y jóvenes y monitorear los avances, apoyar en este mismo sentido a sus docentes y finalmente contar con herramientas tecnológicas que sirvan de apoyo para medir y evidenciar de forma tangible el desarrollo de las HSE.

Estas se deben basar no sólo en el aspecto académico sino también experiencial, y que permitan un aprendizaje continuo a lo largo de la vida para preparar, desarrollar e impulsar a las personas para los retos futuros, retos de gran impacto que, como el actual, nos seguirán poniendo a prueba como individuos y como sociedad.

Nota del editor: Catalina Roldán es Country Leader Región Andina de Territorium. Síguela en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente a la autora.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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