Las HSE son las que ayudan a las personas a identificar y manejar sus propias emociones y las de los demás, tales como el compromiso, empatía o la habilidad para trabajar en equipo, siempre han sido fundamentales en el desarrollo de las personas.
Hoy, gracias a los cambios y avances drásticos que he mencionado y que, muy probablemente seguiremos presenciando, desde diferentes ámbitos, se hace más evidente la importancia de desarrollar estas habilidades que nos continúen preparando para enfrentar nuevos retos, ya sea en el trabajo (presencial, a distancia o híbrido) y en general en nuestro día a día.
Existen diversas clasificaciones de HSE y esto mismo es lo que dificulta tener un marco común que las defina claramente y, más aún, saber con exactitud cómo desarrollarlas. Y si a esto sumamos que, para desarrollar estas habilidades existe una infinidad de cursos, talleres y libros de los que no es sencillo identificar cuál o cuáles son los necesarios y efectivos para cada tipo de persona, más complejo se podría volver su fortalecimiento: Mindfulness para ser más efectivo, Trabajar para ser feliz, Autoliderazgo y gestión de emociones para avanzar en desafíos complejos, por citar algunos ejemplos.
En otras palabras, aunque no imposible, desarrollarlas y cómo hacerlo no es tan sencillo.
Aunque existe conciencia de la importancia de las HSE para tener éxito personal y profesional en el siglo XXI, aún se presentan muchos desafíos en cuanto a la forma de desarrollarlas. Si al contexto académico nos vamos, en el que las HSE juegan un papel importante, la situación se torna un poco más compleja.
Para que un programa de desarrollo de HSE sea exitoso debe medir el nivel de habilidad con el que ya cuenta el individuo (para nuestro caso, el estudiante), pero la mayoría de los métodos de medición se basa en autodiagnósticos que no arrojan resultados confiables y, por otro lado, está comprobado que su desarrollo exitoso está directamente relacionado con las HSE que tienen sus docentes, igualmente de importantes. Son todavía pocas las instituciones académicas que se ocupan en el desarrollo de las HSE de las dos partes.
El marco de referencia estadounidense CASEL (Collaborative for Academic, Social and Emotional Learning), cuyo objetivo es establecer un aprendizaje social y emocional (SEL) de alta calidad, se basa en la evidencia como una parte esencial de la educación.
Esto cobra mucha relevancia cuando está demostrado que las HSE no sólo se desarrollan en el ámbito educativo, sino que inclusive se desarrollan más en otros contextos sociales como la familia, los amigos, el deporte, el trabajo, entre otros.