En este sentido, las organizaciones hoy en día deben definir y evaluar competencias blandas y técnicas, tanto a colaboradores actuales como los que estén en un proceso de selección, de manera que se tengan claramente identificadas las habilidades con las cuales ingresan a la compañía y las que requieren un desarrollo inmediato.
Sin embargo, no debemos olvidar que si bien el conocimiento técnico es indispensable y es seguramente donde hemos concentrado la mayor parte de la formación en la compañía, para que una persona pueda desempeñarse integralmente en un puesto de trabajo es vital que también desarrolle sus habilidades blandas.
Las soft skills, como también se conocen, favorecen la gestión de una compañía en diferentes aspectos, como la definición de estrategias, innovación, mejora de procesos y productos, permiten resolver problemas, facilitan la comunicación interna y externa, e incluso muchas de estas habilidades son clave para el liderazgo y visión del negocio.
Por ello los líderes de Recursos Humanos deben centrarse en ellas y dentro de las competencias en las que debemos enfocarnos para desarrollar en nuestros equipos, y que además son indispensables para cualquier posición, se encuentra la Orientación a resultados, la cual tiene que ver con el enfoque hacia las metas. Se evidencia en que una persona tenga una fuerte motivación por alcanzar los objetivos planteados, orientando sus esfuerzos a obtener los resultados esperados, demostrando compromiso y sentido de urgencia respecto a las decisiones que permiten el avance de los procesos; según datos de la industria, un 63% de los directivos la destaca como imprescindible.
Otra habilidad blanda a la que debemos poner atención en este 2022 es la Capacidad de Trabajo a Distancia. Como sabemos, el trabajo remoto tuvo un crecimiento importante en los últimos dos años y ha generado un efecto positivo en muchos empleados, dado la flexibilidad que ofrece; según un análisis realizado por PwC, el 58% de los empleados asegura que su rendimiento mejoró con el teletrabajo. En generaciones más jóvenes, como los millennials o centennials, esta competencia está más desarrollada, pero es importante trabajarla con aquellos colaboradores de otras generaciones como los baby boomers, quienes son inmigrantes digitales, es decir, que poco a poco se han ido adaptando a los cambios tecnológicos.
También la adaptación al cambio será clave, pues el tener la capacidad de responder de forma rápida a las circunstancias que se presentan ante la constante evolución digital y a los nuevos retos que ha dejado la pandemia, se ha vuelto fundamental. Los colaboradores tienen que ser capaces de perder el miedo al cambio y buscar hacer de manera diferente las cosas, favoreciendo a enfrentar los desafíos inesperados.