Hoy en día afortunadamente esta mentalidad ha cambiado. Ahora los especialistas en emprendimiento aseguran que “no es necesario tener dinero para llevar a cabo una idea, solo se necesita una buena idea y un plan”, y me parece que con esto debería ser mucho más fácil; pero ¿cómo podemos llevar a cabo nuestras ideas de negocios si al fin y al cabo se materializan con recursos financieros? Pues respondiendo a esta interrogante…
En los últimos años han surgido diferentes figuras como inversionistas ‘ángeles’ o de lo que hablaremos hoy: el crowdfunding, lo que se refiere a un tipo de financiamiento colectivo; es decir, diferentes personas hacen aportaciones pequeñas hasta lograr el monto requerido, de esta forma se conectan personas con ideas que necesitan dinero para llevarlas a cabo, con personas que quieren invertir en el desarrollo de diferentes proyectos.
Los proyectos que se pueden fondear mediante un crowdfunding son de diversos temas, desde empresariales, sociales, investigaciones, entre otros, pero existen cuatro diferentes tipos.
El primero es de “recompensas”, en el cual alguien te presta dinero a cambio de que le des un producto o servicio relacionado al proyecto; el segundo es de “donación”, que te dan dinero para una causa sin esperar nada a cambio -este se popularizó en la pandemia para financiar diversas causas sociales relacionadas con el COVID-19, equipos médicos, personas enfermas o que perdieron sus trabajos, entre otras-; “acciones” en donde con un sistema un poco más estructurado el inversionista te da dinero a cambio de la posibilidad de formar parte de tu proyecto; y, por último, “préstamo”, que es como cuando vas al banco y pides un crédito, sólo que el interés es más bajo.
Desde mi punto de vista las cuatro opciones son bastante accesibles, pero dependerá del tipo de proyecto que se quiera realizar. Yo lo que sugeriría es evaluar detenidamente cada opción, así como el monto a recaudar, ya que eso puede influir mucho en que se logre la meta esperada.
Una vez comentados los tipos de crowdfunding me parece importante hablar un poco sobre el proceso, ya que, aunque parece sencillo, sería relevante tomar en cuenta ciertos aspectos que pueden ayudar a reducir riesgos tanto al emprendedor como al inversionista.
Como mencionaba, este financiamiento es prácticamente virtual, por lo que todo es a través de una plataforma o página de internet, lo que para algunas personas podría resultar inseguro al no conocer en persona a los emprendedores, pero existen formas en las que puedes evaluar la situación. Por ejemplo, primero, en caso de ser inversionista te recomiendo revisar plataformas de crowdfunding que tengan experiencia en el tema.
En cuestión de los proyectos, revisa y evalúa a la persona que abrió el proyecto, el tema, las metas en específico, lo que prometen a los inversionistas y, de ser posible, las reseñas para estar seguros de que los emprendedores cumplan con lo que prometen. Asimismo, es importante que el proyecto y las personas que lo van a desarrollar estén alineados a tus ideas y valores.
En el caso de ser el emprendedor recuerda que lo que ve el inversionista es justo lo que subes a la plataforma, por lo que es muy importante que comuniques de manera efectiva la esencia de tu proyecto y te hagas ciertas preguntas, como podrían ser: ¿por qué es relevante este proyecto para la comunidad o para ti?, ¿qué lograrás con esto?, pero sobre todo debes explicar ¿qué es lo que te mueve?, ¿cuáles son tus objetivos?, porque tú serás el encargado de conectar con la comunidad correcta, con el objetivo de que puedan llegar a la meta del crowdfunding…
En palabras más simples, haz que las personas se enamoren tanto de ti como de tu idea.
Considero que estas nuevas formas de fondear ideas, causas o negocios son accesibles para todos, ya que no piden muchos requisitos, como es el llenado de documentos elaborados o bastos conocimientos financieros, lo que facilita el proceso.