Y ese mismo contexto es observable en distintas partes del mundo. En 2021 también se rompió el récord de nuevos unicornios (startups valuadas en más de 1,000 millones de dólares), muchos de ellos son empresas fintech.
Otra vuelta de tuerca
Vale la pena apuntar que aunque buena parte del ecosistema fintech sigue pareciendo disruptivo y novedoso entre la población general, también es cierto que hay una nueva vuelta de tuerca preparándose, lo que se conoce como fintech 2.0 y que pretende emparejar los servicios financieros digitales de punta con las revoluciones tecnológicas del internet 3.0, aquel impulsado completamente por experiencias inmersivas, inteligencia artificial, realidad virtual, internet de las cosas (IoT) y redes sociales. No se puede concebir el desarrollo fintech sin el desarrollo del internet.
El futuro de las fintech 2.0 será uno lleno de nuevos y mejores productos y servicios, más personalizados, seguros, pero sobre todo, un panorama en el que el ecosistema sea más robusto y la colaboración entre empresas sea fundamental para todos los actores, tanto empresas como usuarios.
Nuevas apuestas
Una de las posibilidades más importantes que ofrecen las tecnologías subyacentes a la web 3.0 son aquellas enfocadas a ofrecer experiencias de usuario sin fricción, a través de interfaces de programación de aplicaciones (APIs). Las fintech 2.0 se encuentran desarrollando sus más novedosos productos y servicios alrededor de estas posibilidades con una sola cosa en mira: la experiencia del usuario.
Si las fintech 1.0 sacudieron por completo al sistema financiero ofreciendo productos que atendían necesidades específicas de sus clientes, las 2.0 han llevado esa apuesta a nuevos niveles revolucionando las formas en que sus usuarios navegan a través de las interfaces en las que se ofrecen sus servicios.
La colaboración será fundamental
La segunda oleada de fintech traerá consigo un cambio enorme para el ecosistema que encallará, a la postre, en grandes beneficios para clientes y usuarios, al igual que crecimientos importantes para las empresas. Mientras que el desarrollo de las fintech 1.0 ha sido el deseo individual de las startups por convertirse en unicornio, para las fintech 2.0 será necesaria una re-ingeniería de las infraestructuras y procesos del sector financiero a nivel global.