“Los problemas del agua están cada vez más presentes y se están extendiendo a distintas regiones del país. Si construyeras un mapa de la República Mexicana con todos los problemas del agua no hay una sola ciudad que no los padezca seriamente”, dice Manuel Perló, doctor en Planeación Urbano-Regional por la Universidad de California.
La crisis del agua responde a varios factores. La falta de lluvias es un elemento, pero hay otros en los que todos tenemos algo de responsabilidad. El gobierno, las zonas habitacionales, el agro, las hidroeléctricas, las termoeléctricas, las industrias. Sin embargo, ahora la política descompondrá (más) esta conversación.
Contexto:
En números redondos, el uso y distribución del agua se divide en cuatro partes: 75% del total del agua se va a la agricultura, lo que significa que el consumidor más grande de agua en México es el sector agrícola, mientras que las zonas habitacionales consumen el 14%; después, viene el sector energético con un 7% y la industria consume el porcentaje restante (4%).
Data que alimenta la crisis:
La infraestructura hidráulica del país tiene, en promedio, 60 años. “Tenemos 3 mil 960 plantas y 2 mil 500 de ellas de plano no funcionan”, acusa Manuel Perló. “Es gravísimo y preocupante que una infraestructura que costó miles de millones de pesos esté parada o en su fase final”.
Junto con la falta de mantenimiento, domina una falta de previsión y una pobre cultura de cuidado y aprovechamiento del agua. La fuga en las redes es de un promedio de 46%; es decir, el agua que llega a nuestras casas ya dejó una merma de 46% por lo obsoletas que están las redes.
Hay gente que dice que el agua para consumo humano no se va a acabar, que solo está mal distribuida. Pero no. El agua es un recurso finito y es por ello que ya podemos ver cómo pozos y acuíferos se están agotando. Tiene que venir mucha lluvia para recargar los acuíferos, pero para que eso suceda tienen que pasar muchos años. Algo tenemos que hacer. Ya.
De acuerdo con los expertos, es urgente invertir en infraestructura hídrica y en mantenimiento, impulsar la seguridad hídrica (tener la certeza de contar con el recurso disponible), garantizar el derecho humano al agua y promover el cuidado y uso sustentable del agua en todos los sectores.
En este momento, hay un exhorto de la SCJN a la actual Legislatura para que emita una ley y garantice el derecho humano al agua consagrado en el Artículo IV Constitucional (actualmente hay entre 10 y 12 millones de personas sin acceso a ésta). Dicho exhorto se da porque desde hace 10 años tuvo que emitirse una ley. Así, en septiembre arranca la discusión.