México requiere de una visión conjunta de universidades, instituciones del sector público y privado, cuyo objetivo sea impulsar la colaboración academia–industria a partir de actividades específicas de transferencia de conocimiento, capaces de crear un ecosistema de servicios tanto para las empresas como para las universidades y centros de investigación, aquí un primer acercamiento:
a) Servicios para investigadores
- Monitoreo de la demanda tecnológica y de conocimiento de los diferentes sectores industriales y su difusión a los diferentes grupos de investigación de la Universidad.
- Identificación y vinculación con socios tecnológicos (Universidades, Centros de investigación, consultores y empresas).
- Asesoría para el reconocimiento y declaración de una invención con potencial comercial.
- Negociación y formalización de proyectos de transferencia de tecnología con el sector industrial (Licenciamiento, Consultoría y Creación de spin offs).
- Programas de capacitación para la generación de una cultura de la innovación y transferencia de tecnología entre la comunidad académica y el entorno.
- Diseño de estrategias de protección de la propiedad intelectual de los resultados de la investigación y/o su divulgación.
- Orientación sobre principios, procesos y prácticas de transferencia de conocimiento y vinculación con el sector industrial.
- Intercambio de investigadores en empresas, para favorecer la creación de nuevas tecnologías trasferibles, así como el desarrollo de nuevas líneas de investigación.
- Valuación de tecnología generada por la Universidad.
b) Servicios para empresarios
- Identificación de la oferta tecnológica y de conocimiento pertinente a las demandas de los distintos sectores industriales.
- Realización de Planes estratégicos y tecnológicos, estudios de vigilancia tecnológica e inteligencia competitiva, elaboración de estrategias de propiedad intelectual, valuación de activos intangibles.
- Generación y negociación de convenios de transferencia tecnológica (licenciamiento, consultoría y creación de empresas de base tecnológica).
- Acceso a fuentes de financiamiento públicas y privadas que apoyan la realización de proyectos de innovación.
- Desarrollo de planes de negocio y planes de comercialización de nuevos productos, procesos y servicio.
Las universidades generan ciencia y tecnología, capaz de crear valor económico y desarrollo social. Países como Inglaterra, Alemania, Estados Unidos o Francia, reconocieron y aplicaron esta señal, lo que ha permitido situarlos a la vanguardia del desarrollo económico y del progreso social en el mundo.
Elevar el conocimiento científico y tecnológico a la condición de bien social es necesario, a la vez que obligatorio; generarlo, diseminarlo, transferirlo y aplicarlo para generar riqueza, pero también para procurar el progreso cultural y una mayor cohesión social.
Nota del editor: Juan Alberto González Piñón es director de Spark UP y académico de la Facultad de Empresariales de la Universidad Panamericana. Síguelo en LinkedIn . Las opiniones expresadas en esta columna corresponden exclusivamente al autor.
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