Los líderes de Recursos Humanos han tenido que estar muy cerca del cambio y, aunque a principios de la pandemia eran los que se estaban adaptando, a estas alturas son los que deben dirigir hacia dónde va esta renovación. Es decir, mucho se ha comentado sobre cómo esta crisis de salud modificó, entre muchos otros aspectos, la forma de trabajar, y es que los colaboradores tuvieron oportunidad de replantear sus prioridades e ignorar esto sería un gravísimo error.
Asimismo, en este segundo semestre no podemos obviar el impacto que tendrá la inflación, que, aunque estemos “acostumbrados”, tendrá un efecto directo en el poder adquisitivo de los trabajadores. De acuerdo con la Encuesta de Remuneración Total (TRS), el incremento salarial, en promedio, que otorgaron las organizaciones osciló entre el 5.6% y el 5.8%, cuando la inflación del año pasado cerró en 7%; sin embargo, si continúa al alza no habrá presupuesto que aguante.
Con lo anterior no quiero decir que todo esté perdido, más bien, dejar claro que no se trata de un solo camino para estar a la vanguardia del cambio. Si eres una firma que no tiene la capacidad para incrementar salarios, tenemos que pensar de qué manera seguir siendo relevantes para el talento.
Por ejemplo, enfatizar el tema de flexibilidad, que no solo se trata de dónde laboras, sino de cómo lo haces. Y es que a pesar de que arriba del 40 % de las corporaciones en México se están moviendo hacia modelos híbridos, para aquellas en las que el trabajo remoto no es posible, tendremos que reconsiderar de qué manera flexibilizarlo apoyándonos en temas tecnológicos.
Otra línea que observamos es el surgimiento de la “organización que conecta”. El 82% de los colaboradores confía en que su empresa va a hacer lo que le corresponde, es decir, comienza a ver a la corporación como un ente capaz de poder transformar el entorno. En este punto es importante apostar por una marca empleadora alineada a la visión, misión y valores.
Darle a tu organización un sentido en el que se fomente la diversidad, equidad, inclusión y que se preocupe por el impacto que tiene: el famoso ESG (que hace referencia a los factores que convierten a una compañía en sostenible a través de su compromiso social, ambiental y de buen gobierno sin descuidar los aspectos financieros).
Con lo anterior se busca que las firmas puedan tener un impacto que represente una base para la construcción de una sociedad en donde brillarán aquellas organizaciones que se involucren con el cambio, que tengan un diálogo genuino con los colaboradores, en el que los inviten a compartir la responsabilidad de crear el futuro del trabajo.