Es importante entenderlo porque esto ha llevado a más compañías a seguir implementando el home office como parte de su dinámica, ya sea de forma total o parcial, y ha ayudado a fortalecer la independencia y capacidad de autogestión de los colaboradores, logrando a su vez empoderar a los colaboradores; pero, si bien el teletrabajo ha ganado protagonismo, aún la gestión de los equipos de trabajo a distancia sigue siendo un desafío para los líderes.
Gran parte del éxito del trabajo híbrido y remoto depende de la capacidad que tienen las compañías para co-crear, un término bastante interesante de analizar, porque significa colaborar y producir a la vez una dinámica de gestión donde se desarrollan entornos productivos eficientes; por lo tanto, el término liderar tiene que modificarse en esta misma línea, unificando conceptos como la autonomía, autogestión, la cooperación y la co-creación entre colegas y líderes.
Por supuesto, nada de esto sucede sin un cambio digital que favorezca la medición del trabajo y de gestión diaria de forma sencilla. Ahora las empresas están viendo lo necesario que es invertir en herramientas de gestión online, como lo señala un informe de Euromonitor, así como en la formación y el desarrollo de sus directivos para poder liderar con éxito equipos remotos y garantizar una transición fluida tanto para quienes trabajan tanto en la oficina como de forma remota.
También es importante reconocer el gran desafío al que se enfrentan los líderes de Recursos Humanos en relación con la posibilidad de medir la efectividad, eficiencia y bienestar de los colaboradores que forman parte de los modelos híbridos o remotos de trabajo en las organizaciones.
Hoy en día, solo dos de cada cinco empresas hacen un seguimiento del impacto del trabajo a distancia en la productividad, de acuerdo con un estudio de Mercer sobre las tendencias de talento en 2022, por lo que debe empezar a ser una de nuestras prioridades, ya que lo que no se puede medir, no se puede mejorar.