(Expansión) - Tanto la industria fintech como el sector pymes se enfrentan a nuevos retos en su día a día que los llevan a buscar soluciones implementando diferentes estrategias y mecanismos.
Uno de los desafíos más grandes para las pymes ha sido la falta de acceso a financiamiento y las barreras de ingreso que enfrentan al acercarse a productos y servicios financieros de instituciones tradicionales.
Por su parte, la industria fintech ha sido una de las startups que pese a los desafíos económicos ha logrado crecer y ahora se encuentra en un punto en donde tiene importantes exponentes y un mercado con un gran potencial que le permitirá continuar su expansión.
Esta mancuerna es una de las grandes oportunidades pues mientras las pymes son empresas que adolecen los desafíos económicos y requieren de financiamiento urgente, las fintech son el aliado capaz de brindar estabilidad a estos negocios y, con ello, impulsan la sobrevivencia y crecimiento de las unidades económicas que generan más del 70% del empleo a nivel nacional y cerca del 52% de PIB en México.
En México, las pymesP se han caracterizado por ser negocios resilientes, han sobrevivido a pandemia, inflaciones, crisis mundiales, falta de apoyo, etc. Sin embargo, necesitan más que “seguir sobreviviendo”, requieren de herramientas financieras que entiendan sus necesidades y les brinden soluciones accesibles.
Recordemos que la gran mayoría de las pymes son negocios tradicionales no bancarizados y que recientemente comenzaron a implementar procesos digitales, ¿pero, esto qué significa? Esto es relevante pues habla de un sector en el que la inclusión financiera no ha tenido un impacto significativo, porque las instituciones financieras tradicionales no han volteado a estos espacios en donde la necesidad de productos financieros es grande, pero los retos también lo son.
De acuerdo con la Radiografía del Emprendimiento en México 2021, de la ASEM, entre las principales causas por las que fracasan las pymes en México se encuentran: falta de liquidez, problemas para conseguir financiamiento y la mala administración del negocio.
Si vemos detenidamente estas causas, son problemas que están solucionando las fintech, ya que mientras algunas se enfocan en créditos a la medida, otras otorgan tarjetas empresariales, otras seguros, etc. El punto medular es que no solo brindan los productos y servicios financieros, sino que también cuentan con herramientas que les permitan a sus usuarios hacer un uso óptimo de estos productos, es decir, buscan la educación financiera de los emprendedores.
Un reto de cara al cierre de año es la temporada alta de diciembre que implica contar con mecanismos o capital para satisfacer este aumento de demanda y para esto los créditos o tarjetas empresariales pueden hacer una gran diferencia, en particular para los negocios pequeños que muchas veces viven al día, es decir, el volumen de ventas diario determina su capacidad para comprar más inventario.
Se necesita hacer el match entre problema y solución. La industria fintech lo ha logrado al solucionar problemas muy puntuales de las pymes y con eso apoyan al empleo y la economía. El reto es mayúsculo y las fintech tienen camino por delante, pero sin duda esta alianza sí es un ganar-ganar y en algunos años veremos el crecimiento de estas dos industrias que tienen todo el potencial para convertirse en actores imprescindibles.
Nota del editor: Sebastián Medrano Gallo es economista y especialista en temas fintech. Síguelo en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.
Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión
