Imagina este momento: tu equipo y tú están resolviendo un desafío inesperado, la tensión es evidente y en ese instante alguien publica un sticker que representa lo adverso de la situación. Seguro más de uno soltará la carcajada y esa pequeña pausa hará más llevadero el momento.
Sí, el sentido del humor es un amortiguador y tiene el enorme beneficio de cortar los hilos del drama emocional que nuestra mente hace en relación a las experiencias cotidianas que vivimos.
Si estamos rodeados de personas con las que nos sentimos cómodos/as, es más probable que tengamos una actitud positiva y una mayor disposición para colaborar con las demás.
Entonces, ¿cómo incorporar diversión en el trabajo para promover relaciones significativas?
Aquí hay algunas ideas:
Juegos
Los juegos pueden ser una forma divertida de fomentar la colaboración y el trabajo en equipo. Podrías organizar juegos simples de mesa o cualquier otra actividad que fomente la diversión.
En lo personal me encantan los juegos basados en el enfoque de cultura de paz. Una de sus características es que son dinámicas grupales en las que no hay ganadores ni perdedores. Este enfoque plantea algo valioso: para que haya diversión no es necesario que una persona disfrute de protagonismo a cambio de que todas las demás pierdan. Son juegos que promueven la colaboración y el trabajo en equipo. Maravilloso para implementar en ambientes laborales ¿no?
Si algún día puedes contratar un taller de improvisación teatral para tu equipo ¡no lo dudes! Es una forma divertidísima en la que las personas aprenden a lidiar mejor con el error y a ver el “sí” en lugar de enfocarse en el “no se puede” o en echar culpas a otros. Ideal para celebrar el aniversario de la empresa.