Desde mi punto de vista, un escenario ideal para México. Veamos. En 2022, Australia fue líder mundial en producción de litio, con un volumen estimado de 61,000 toneladas métricas. Chile y China ocuparon el segundo y tercer lugar, respectivamente. Sin embargo, Estados Unidos ya dejó claro que sólo le interesa apoyar con subsidios a vehículos con baterías cuyos minerales provengan de Norteamérica, o de los países con los que tiene acuerdo de libre comercio, sí, como con nuestro país; se estipuló que, por lo menos el 50% de los componentes minerales de la batería para un coche eléctrico debe provenir de esta región.
Ante este panorama, ¿cuáles son los principales desafíos de la electromovilidad en México? Y ¿cómo las nuevas normas alrededor de los cargadores para autos eléctricos en Estados Unidos pueden representar una gran oportunidad económica para México?
Baterías más allá del litio
Incentivar la compra de autos con baterías eleva por default la demanda del litio con beneficios para México. Si bien el litio es un mineral estratégico, no es el único necesario para la producción de vehículos eléctricos; se necesitan, además, otros minerales como el cobre, hierro, magnesio y, en menor medida, níquel y cobalto, recursos estratégicos a nivel mundial. Por ejemplo, en el caso de Tesla, líder indiscutible en el rubro, pasó de fabricar baterías para el Modelo 3 de níquel-cobalto-aluminio (NCA) a litio-hierro-fosfato (LFP). ¡Una gran ventana de oportunidad para satisfacer la demanda de distintos minerales!, pero hasta ahora, sólo en el caso del litio, los yacimientos en el país se encuentran en etapa de exploración y habrá que pisar el acelerador.
Infraestructura de recarga
Los vehículos eléctricos no queman gasolina y prometen reducir la huella de carbono; ¡gran atractivo medioambiental para México y el mundo! Sí, son automóviles dotados de última tecnología, eficientes y exclusivos, pero veo la poca disponibilidad de estaciones de carga en espacios públicos, rutas de viaje y carreteras en México, como latente factor de incertidumbre. Por ejemplo, de Ciudad de México a Monterrey, existe un tramo de 260 km entre Matehuala, San Luis Potosí y Ramos Arizpe, Coahuila, ¡sin una sola estación de recarga! Con la infraestructura actual, conectarse a un punto de carga rápida, dónde y cuándo sea, no siempre será posible. Diversas empresas de energía deberán invertir en el negocio y fabricar cargadores eléctricos, otro nicho de nuevas oportunidades.
Técnicos especializados
Creo que los talleres especializados de reparación de automóviles, como actualmente los conocemos, enfrentan retos tecnológicamente superiores ante la generación de vehículos eléctricos. Diseñar, producir, reparar y dar mantenimiento a estos coches requiere de técnicos especializados. Por ende, además de beneficios ambientales, la movilidad eléctrica favorece a la creación de nuevos oficios, especialización y oportunidad para el surgimiento de servicios independientes y específicos.